ORDEN EN CASA
Sin necesitar ayuda y sin que se deshaga hasta la próxima temporada.
Las prendas del hogar que más nos cuesta doblar son las sábanas, mantas y, en general, todas las telas de grandes dimensiones. A no ser que seamos especialmente habilidosas o que alguien nos haya enseñado una técnica infalible, es muy complicado que las piezas nos queden perfectamente simétricas y listas para guardar. De hecho, lo más habitual es que acabemos doblando las telas entre dos personas, y aun así, el resultado siempre se podría mejorar.
Una de las prendas de más grandes dimensiones que es especialmente difícil de manipular es, sin duda, el edredón. Y no solo por su peso, sino porque, cuando lo doblamos, acaba ocupando el espacio de medio estante de nuestro armario, si no es que lo ocupa todo. Además, al cabo del tiempo, se deshace y se desparrama en un abrir y cerrar de ojos.
Ahora que el calor empieza a invadir el ambiente, es el momento de retirar nuestro nórdico y guardarlo, si no queremos levantarnos empapadas en sudor. Así que, esta es la ocasión ideal para enseñaros la técnica definitiva para doblarlo y que ocupe el menor espacio posible sin deshacerse. Toma nota.
Cómo doblar el nórdico
Vanesa Travieso, creadora de contenido de orden y limpieza, cuenta con un perfil con 140k seguidores: @ponorden. En él, comparte con los usuarios trucos y consejos para ayudar, a través del orden, a mejorar su vida, incrementar su bienestar y crear espacios más agradables.
En uno de sus posts, Travieso ha compartido con sus seguidores el secreto para doblar el edredón de una manera efectiva, fácil y sin necesidad de contar con la ayuda de una segunda persona. A continuación, te explicamos el paso a paso.
1. Lo primero que debes hacer es lavar el edredón. Es decir, toda prenda que guardes para la próxima temporada debe estar recién limpia.
2. Una vez lavado, extiende el edredón en el suelo. Obviamente, el suelo también debe estar limpio, de nada sirve lavar el edredón si después tienes que doblarlo encima de una superficie sucia.
3. Para llevar a cabo la técnica de doblado debes empezar por uno de los dos extremos más estrechos del edredón.
4. Una vez colocada en este punto, coge la pieza, dóblala por la mitad y haz un segundo doblado en dirección hacia ti. De este modo, quedará una mitad del edredón sobrepuesta a la otra.
5. A continuación, deshaz esta capa sobrepuesta, de nuevo, en dirección hacia tu cuerpo y dirígete a uno de los extremos largos de la pieza.
6. Cuando lo tengas agarrado, dóblalo hasta la mitad y observa cómo se forma un pequeño sobre abierto gracias a los pliegues anteriores. Este sobre, posteriormente, nos será muy útil para sellar el doblado del edredón y que no se deshaga.
7. Ahora, dobla la otra mitad larga sobrante, la cual también presentará en el mismo extremo otro sobre semiabierto.
8. Seguidamente, colócate en el extremo contrario al de los sobres y dobla el resto de la pieza en dos.
9. Finalmente, llegamos al paso más importante. Para que los pliegues no se deshagan, debes girar la tela que configura el sobre, de tal modo que dé la vuelta sobre sí mismo.
10. Entonces, verás que puedes introducir fácilmente el último de los doblados, obteniendo un cuadrado sellado y prácticamente perfecto. El resultado es como si el nórdico se hubiera convertido en un cojín bien relleno.
La descripción del paso a paso puede parecer un poco complicada. Pero te dejamos el video del Instagram de Vanesa, para que veas tú misma lo fácil que es lograr un edredón perfectamente doblado.
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