¿CÓMO FUNCIONAN REALMENTE?

Sustitutivos de comidas para adelgazar, ¿son realmente útiles?

Se comercializan en forma de batidos, barritas, natillas… Con la finalidad de sustituir a una o varias comidas cada día. ¿En qué consiste su efecto?

Sustitutivos de comidasEnvato

Los podemos encontrar a la venta desde supermercados hasta farmacias, incluso nos los pueden vender en la puerta de nuestra casa. Son de venta libre y tanto nos los podemos auto prescribir, como nos lo puede recomendar una persona comercial de la marca sin formación sanitaria o personas con formación sanitaria.

Su planteamiento es simple. No necesitas saber ni hacer nada más que sustituir una, dos o incluso en algunos casos todas las comidas del día por estos sustitutivos que además vienen presentados con sugerentes sabores como chocolate, caramelo o vainilla para hacerlo más divertido y que así puedas adelgazar comiendo dulce. ¡Y no tendrás que cocinar!

Su precio oscila entre 60 hasta 600 euros al mes según el planteamiento, marca de producto elegido y el número de comidas que son sustituidas y se suelen apoyar en estudios que avalan sus efectos sobre la pérdida de peso. Parecen casi todo ventajas, ¿verdad?

Sustitutivos de comidas | Envato

¿Cuál es su mecanismo de acción?

Lo cierto es que en el caso de que esa pérdida de peso se produzca se produce a expensas de no comer. Sustituir un plato de comida por uno de estos productos suele implicar una reducción del valor energético de la comida: si mi plato de comida normalmente me aportaba 400-800 kcal y ahora lo sustituyo por un producto que tiene 170-200 kcal en una o dos comidas del día estoy haciendo una reducción de kilocalorías en mi alimentación diaria, pero no porque esos productos en su composición tengan alguna sustancia adelgazante.

Este efecto de pérdida de peso se produciría igual si en lugar de estos productos sustituyésemos las comidas por ejemplo por una tarrina de queso fresco, por tres onzas de chocolate o por un vaso de leche con cacao. No es que el producto en sí tenga nada de especial, sino que casi nos estamos saltando comidas.

Su composición suele ser mayoritariamente proteínas con azúcares añadidos (¡que en muchos casos suponen la tercera parte del producto!) y/o edulcorantes, vitaminas y minerales (los que no te tomas al no comer). No tienen nada que no puedas encontrar en alimentos comunes. Al revés, con estos, puedes mejorar nutricionalmente tus ingestas que con los sustitutivos y comer en una mesa con el resto de la familia.

Se suelen acompañar de mensajes donde te dicen que su efecto solo funciona si se enmarca en el contexto de una alimentación hipocalórica. Vaya, que no vale que luego entre horas comas de más, sino los sustitutivos no te funcionarán. Claro. ¿Entonces qué es lo que hace adelgazar, los sustitutivos o la alimentación hipocalórica? Pues el no comer.

Batido | Envato

¿Y qué ocurre después?

En el hipotético caso de que hayas sido capaz de comerte un sustitutivo mientras miras como otras personas disfrutan de un plato de comida durante semanas y no comer nada más… Y que salvo que tu plan sea seguir evitando comer el resto de tu vida… Una vez termines el proceso, en el mejor de los casos todo estará igual que cuando comenzaste. No habrás mejorado tus hábitos, solo habrás evitado temporalmente trabajar en ellos. Las causas que habrán originado el aumento de peso seguirán ahí y por lo tanto el peso volverá. Solo habrás puesto un parche.

Y no solo eso. Es muy probable que tu alimentación ya no sea igual que antes, sino que añadas ansiedad en el momento en el que te enfrentes a todo lo que te estabas prohibiendo comer y que empieces a comer más cantidad, más rápido, otro tipo de alimentos que tenías prohibidos con más frecuencia o que empieces a manifestar culpa después de comer y se empiece a gestar una mala relación con la comida (en el mejor de los casos). ¿Merece la pena?

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