MODAS ARRIESGADAS
La seguridad es la mayor máxima que nos preocupa cuando hablamos de bebés en piscinas, coches o playas. Lo más importante es que a nuestro bebé no esté en peligro. ¿El flotador de cuello es un método seguro para mantenerlo a flote en una piscina, playa o spa? En este artículo te lo contamos.
Con las buenas temperaturas una de las cosas que más nos apetece es sumergirnos en el agua, refrescarnos y disfrutar del verano. Si tenemos niños pequeños siempre es un buen plan, ellos disfrutan jugando y además hacen tal ejercicio que acaban cansados y durmiéndose pronto, dando a los padres un breve respiro.
Sin embargo, a los progenitores el miedo nos invade cuando escuchamos datos como los de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que afirma que cada año mueren en España entre 70 y 150 niños por ahogamientos en playas, ríos, embalses y piscinas, y el 86% de los casos se produce en piscinas domésticas.
Los flotadores de cuello se han puesto de moda en los últimos años, empezaron a distribuirse de un material no hinchables para spas y sesiones terapéuticas acuáticas, donde los niños estaban bajo supervisión de un profesional y lo utilizaban durante un tiempo limitado, pero pronto pasaron a comercializarse entre el gran público. ¿Son realmente seguros? ¿Son beneficiosos para desarrollar el movimiento libre? En este artículo lo analizamos.
Los flotadores para el cuello son anillos de plástico inflables que se colocan alrededor del cuello del bebé y le permiten flotar libremente en el agua. Algunos flotadores para el cuello se comercializan para bebés de dos semanas o para bebés prematuros, y están diseñados para sostener la cabeza del bebé mientras su cuerpo se mueve libremente en el agua.
Algunos fabricantes recomiendan los flotadores de cuello como herramienta de fisioterapia -intervención de terapia acuática- para bebés con retrasos en el desarrollo o discapacidades. Argumentan que los beneficios de estos productos incluyen un aumento del tono muscular, una mayor flexibilidad y amplitud de movimiento, un aumento de la capacidad pulmonar, una mejor calidad del sueño y una mayor estimulación del cerebro y del sistema nervioso.
Sin embargo, según la AEP y la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos en Estados Unidos de América)no se ha comprobado mediante ningún estudio la seguridad ni eficacia de los flotadores para el cuello para fortalecer, promover el desarrollo motor o como herramienta de fisioterapia.
Es más, ambas entidades sugieren que utilizar un dispositivo que mantiene el cuello erguido puede ser contraproducente para el desarrollo. "Los bebés que están sujetos de forma vertical en el agua con la cabeza sujeta por una estructura semirrígida, sobre todo los más pequeños, podrían recibir compresión de su cuello y producir tensión en sus ligamentos y músculos", afirman.
Aunque la muerte o las lesiones graves provocadas por los flotadores para el cuello son poco frecuentes, los proveedores de atención médica, padres y cuidadores deben ser conscientes de que los riesgos del uso de flotadores para el cuello del bebé incluyen muerte por ahogamiento y asfixia, tensión y lesiones al cuello de los bebés.
Es importante recalcar que muchos de los fabricantes de estos flotadores los recomiendan como producto específico para sesiones de rehabilitación o ejercicio para bebés con necesidades especiales, como los que tienen espina bífida o AME (Atropia Muscular Espinal) tipo 1. No obstante, desde la FDA recuerdan que precisamente estas criaturas pueden tener un mayor riesgo de sufrir lesiones graves.
La AEP recuerda que "la utilización de dispositivos inflables puede producir una sensación de seguridad equivocada. La forma más segura de baño de los bebés es en brazos de un adulto y siempre sujeto y supervisado."