Ojo con las especialidades
Quién más, quien menos, tiene una máquina de cápsulas de café, sea de la marca que sea, en casa. ¿Son saludables, nutricionalmente, algunos de estos cafés?
No vamos a decir lo contrario: son muy prácticas. Pones agua en la máquina, la capsulita, y ya tienes un café. Además, si bien empezaron siendo muy básicas, ahora tienes cápsulas de todo tipo de cafés y en todos los lineales de supermercado.
No vamos a ceñirnos al tema medioambiental (uno de sus problemas son el reciclaje de las cápsulas, que son muy contaminantes aunque sí es cierto que ya existe alguna marca residual que las hace compostables), sino al contenido nutricional de esas cápsulas. Pero, ¡si es café, dirás! Eso es, las que son de café, o café con leche o descafeinado, pues es café y leche en polvo, de diferentes calidades y ya está. Pero, ¡ay si nos vamos a las especialidades tipo capuccino, latte con caramelo, con vainilla…
La cosa cambia, porque el contador de las calorías se dispara: si nos fijamos en el análisis nutricional de unas cápsulas de café latte machiato sabor vainilla, de 100 gramos de producto, 35,7 son azúcares. Imagínate si a eso, además, le añades algún tipo de azúcar, sea del tipo que sea…
“Las cápsulas de café no contienen azúcar, es ilegal no informar de los ingredientes. Realmente, en su composición es café, y las marcas más conocidas, café natural, el principal inconveniente es su impacto en el medio ambiente. El problema para mí no son los ingredientes, más bien que van en plástico y aluminio y se ceden ciertos compuestos a la bebida, mínimos, sí, pero serían de consumo diario. Es cierto que lo que dicen los análisis es que no es peligroso, porque también tenemos otras cosas con aluminio en la cocina, pero si diariamente tenemos contacto con sustancia mínimas que migran al café de ese aluminio y plástico, ... ya no sé yo, porque ese es el problema”, comenta la nutricionista Paloma Quintana.
“Si son café, café con leche o café cortado no tienen ningún problema, el problema nutricional lo tienen las demás especialidades, con caramelo, vainilla… porque tienen mucho azúcar pero vamos, eso se ve en la etiqueta, en la etiqueta se ve si tomamos café como el que tomaríamos de hacerlo de cafetera o si hay otros añadidos. Por otra parte, lo de aluminio está regulado, se tienen en cuenta en esos estudios el consumo habitual que hace una persona a diario, en principio no tienen que migrar más cantidad de lo que dice la normativa y así lo tienen que demostrar los fabricantes de café. También hay otras sustancias como la acrilamida, que aparece en el tostado del café (y también, en las tostadas de tu tostadora cuando las haces demasiado y se quedan negras), que son potencialmente cancerígenas. Esa sustancia también está controlada. Podemos consumir cápsulas de café sin preocuparnos más del aluminio que de cualquier otra cosa, en principio con eso no hay ningún problema”, comenta Gemma del Caño.
Así que ya sabes, respecto al aluminio, tranquilidad. Y sobre el azúcar de las especialidades tan tentadoras… echa un vistazo a los nutrientes antes de abusar de ellas, sobre todo en estas fechas de tanto dulce.