Éxito de ventas
Cuando cualquier niño se cae en un parque, automáticamente salta un ejército de madres con su stick de arnica. Pero, ¿realmente vale para algo? ¿Evitaremos con el stick “mágico” que le salga un chichón?
¿Qué es exactamente la Arnica?
Es una hierba que viene de las zonas montañosas de Europa. Podemos oír hablar de ella con otros nombres más curiosos, como la margarita de las montañas, el tabaco de las montañas o la yerba de las caídas. Sus flores, que son las que se usan en este producto, son amarillo-anaranjadas.
Sus distintos componentes parecen tener, ojo, en estudios de laboratorio, distintas propiedades. Parece que disminuyen la inflamación, calma el dolor o incluso podrían tener propiedades antibióticas. Pero, ¿qué ocurre fuera del laboratorio? ¿Es igual en la vida real?
¿Qué usos tiene la Arnica?
Aquellos que usan la “medicina alternativa” o la fitoterapia dicen que podríamos usarla de dos maneras:
1. ¿Conoces la homeopatía? Es una pseudociencia que no ha demostrado su utilidad en ningún, recuerda en ningún, estudio científico. Huye de aquellas personas que te la recomienden. Es un timo. ¿Por qué? Aquí puedes ampliar información. Pues los promotores de la homeopatía nos venden que se podría usar esta planta como remedio tomado por la boca, diluyéndole varias veces.
2. La otra opción es el famoso stick o en crema. Lo que se conoce por vía tópica, para poner sobre la piel. Aquel que aparece de cualquier bolso como por arte de magia ante cualquier golpe infantil. ¿Dónde quedó el cubito de hielo de toda la vida?
¿Valdrá para algo el conocido stick?
Como la pregunta la hagas en el parque, seguro que saldrán un montón de “fans” que te dirán que es maravilloso, que a su niño no le ha salido prácticamente chichón tras ponerle el stick. Pero, ¿nos debemos guiar únicamente por la experiencia de otras madres? La respuesta es no, definitivamente no.
¿La ciencia nos puede responder a esta pregunta? Vamos a intentarlo. Hemos buscado y rebuscado en distintos sitios de bibliografía médica, pero no hay prácticamente ninguna referencia. De lo poco que hay es una revisión sistemática, un estudio potente que recopila los resultados de otros 11 estudios más pequeños. ¿Qué conclusión nos ofrece? Pues poca o ninguna. Cada estudio incluido es “de su padre y de su madre”: algunos con personas sanas, otros con personas con algún problema previo, unos estudios usaban una concentración de arnica, otros otra, otros asociaban la arnica a otro principio activo… Un poco de lío. Vamos, que no hay ni un estudio serio que nos pueda hacer recomendarlo.
Lo que sí que sabemos claramente es que los productos cuyas concentraciones de Arnica son de menos de un 10% no valen para nada. Tras mirar varias de las marcas comerciales que tenemos disponibles, todos los sticks del mercado tienen un 6-7% de este principio activo. Así que no hay donde rascar. ¿Y si la concentración fuese mayor del 10%? Pues, como te comentamos, nadie sabe. No hay ni un solo estudio aceptable que nos demuestre su utilidad. Es fundamental que los científicos continúen investigando.
Siguiendo con lo que nos dice la ciencia, ¿vale para algo el típico truco de la abuela de poner frío?
Pues no es que la evidencia científica sea maravillosa, pero sí que algo mayor que para la arnica. Sí que tenemos estudios serios en los que el uso del hielo o cualquier aplicación de frío mejora el tiempo de recuperación o disminuye el dolor en el caso de los esguinces de tobillo u otras lesiones deportivas. Más eficaz y más barato.
¿Necesitas más explicaciones?
Entonces, ¿qué hacer en caso de golpes en los niños?
Lo mejor es seguir este acrónimo: RICE (Reposo, Ice o hielo, Compresión y Elevación de la zona lesionada). Si hay dolor o inflamación, añádele antiinflamatorios o medicación para el dolor. Eso sí que ha demostrado ser eficaz.No gastes tu dinero en productos innecesarios que no han demostrado nada. Mejor un poquito de frío y un buen besito de mamá. Eso lo cura todo.