PERSONALIDAD Y TRASTORNOS
¿Sueles sentirte orgulloso de tus logros o más bien crees que tu éxito ha sido cuestión de suerte? Si es así, puede que padezcas el Síndrome del Impostor.
¿Eres una de esas personas que cree que nunca está a la altura? ¿Consideras que tus logros son solo causa de buena suerte? Puede que sufras un trastorno conocido como el Síndrome del Impostor, del que podrás conocer más información viendo el vídeo.
El Síndrome del Impostor lo sufren aquellas personas que son incapaces de percibir y asimilar el éxito propio. No se trata solo de un trastorno relacionado a quienes tienen altas exigencias en el ámbito académico o laboral, sino que también afecta a otros términos de la vida, como las relaciones amorosas o familiares.
El síntoma principal de este síndrome es una constante sensación de ansiedad, ya que estas personas sienten que están por debajo de cualquier otra en el ámbito que sea. Por este motivo, intentan trabajar o prepararse demasiado para ofrecer una imagen de ellos mismos que muestre que están a la altura de las expectativas. Otros síntomas asociados al Síndrome del impostor son la sensación de duda ante la toma de cualquier decisión, la atribución de los logros a factores externos como la suerte, la imposición de objetivos complicados de alcanzar o el temor a decepcionar a los demás.
¿Cómo identificar a una persona con el Síndrome del Impostor?
No suele resultar complicado reconocer a una persona que padezca el Síndrome del Impostor. Sin embargo, las personas que sí lo sufren no suelen aceptar ni reconocer que ellos mismos lo tienen. Algunos de los síntomas que podrían ayudar a reconocer a una persona con el Síndrome del Impostor son:
¿Qué hacer si crees que padeces el Síndrome del Impostor?
Si te identificas con lo anteriormente mencionado y crees que podrías padecer este síndrome, la mejor opción para solucionarlo es ponerte en manos de un profesional, como un psicólogo, para que te ayude a gestionarlo. Además, existen una serie de ejercicios que pueden servir para sobrellevarlo.
Por ejemplo, procura escribir de forma diaria todos los sentimientos que identifiques cuando estos surjan y describirlos. Intenta hacer una lista con todas las características positivas que te definen, así como tus fortalezas y tus logros conseguidos. Leer esta lista te ayudará en los momentos en los que consideras que no das la talla. Por último, habla y relaciónate con gente de tu entorno con la que tengas confianza. Estas personas pueden ayudarte a hacerte ver tus virtudes y a dejar atrás tus debilidades.
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