PROBLEMA DE SALUD

Síndrome de alimentación nocturna, uno de los trastornos alimentarios más desconocidos

Ocurre cuando al menos la cuarta parte de la ingesta diaria de alimentos se produce después de la cena o incluso si hay despertares nocturnos para comer, además de otros criterios.

Síndrome de alimentación nocturna, uno de los trastornos alimentarios más desconocidosiStock

Descrito por primera vez en 1955 por el psiquiatra AJ Stunkard, el síndrome de la alimentación nocturna es un trastorno de la conducta alimentaria introducido recientemente en la quinta versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), en la categoría de "otros trastornos de la conducta alimentaria especificados". Es una combinación de trastorno alimentario, trastorno del sueño y del estado de ánimo.

A pesar de que fue conceptualizado hace siete décadas, la literatura científica sobre su etiología, diagnóstico y tratamiento ha ido creciendo muy lentamente y sigue siendo un problema de salud desconocido, tanto entre la población general como entre el personal sanitario.

¿A quién afecta?

Su prevalencia, similar en mujeres y en hombres, se estima que se sitúa entre el 1.1% y el 1.5% en la población general.

Incialmente se describió como un comportamiento alimentario que afectaba a las personas con obesidad, especialmente en personas candidatas a cirugía bariátrica. Sin embargo, estudios recientes encontraron que el síndrome de alimentación nocturna afecta no solo a personas con obesidad (4.3–10.1%), sino también en personas con trastornos psiquiátricos (12.3–22.4%), trastornos del sueño (5,8%) y con otros trastornos alimentarios (9,4-52%).

¿En qué consiste?

Los criterios básicos para el diagnóstico del síndrome de la alimentación nocturna incluyen que al menos la cuarta parte de la ingesta diaria de alimentos ocurra después de la cena (hiperfagia vespertina) y/o la presencia de despertares nocturnos para comer.

También deben estar presentes al menos 3 de los 5 criterios siguientes:

  • Anorexia matutina: Las personas afectadas por este síndrome, no tienen apetito por la mañana y por lo general, no suelen comer nada en la primera mitad del día al menos 4 veces por semana.
  • Estado de ánimo deprimido y/o humor que empeora por la tarde y noche.
  • Fuerte necesidad de comer entre la cena y el inicio del sueño (o durante la noche).
  • Creencia de que hay que comer para poder conciliar el sueño.
  • Problemas de sueño: Dificultades para conciliar el sueño o para mantenerlo durante la noche al menos 4 veces por semana.

Estos síntomas deben ocurrir con plena consciencia recordando las ingestas nocturnas, con angustia personal y/o deterioro de la calidad de vida.

Tratamiento interdisciplinar

Hay tratamientos disponibles, que incluyen la terapia cognitiva conductual, la psicoterapia interpersonal, fármacos como la lisdexanfetamina e inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), técnicas de relajación muscular progresiva o terapia de luz brillante.

Se pueden utilizar intervenciones psicológicas para disminuir el estrés, así como para tratar el insomnio y las alteraciones del ritmo circadiano. Por otro lado, las intervenciones dietéticas de reeducación alimentaria y conductuales pueden producir cambios beneficiosos en los niveles de saciedad, que faciliten una mejor autorregulación energética.

Pero desgraciadamente hasta la fecha faltan estudios a largo plazo sobre la eficacia de estos tratamientos. El lento crecimiento de la evidencia científica sobre esta condición de la que no se habla, unida a la falta de conocimiento entre el personal sanitario y la falta de información por parte de quienes lo padecen, dificulta la consecución de un adecuado diagnóstico e instauración de un tratamiento interdisciplinar de esta condición debilitante que sufren cada día muchas personas.

Si sientes que esto te pasa a ti, ahora ya sabes no es un problema solo tuyo, sino que lo sufren muchas más personas, así que pide ayuda médica, psicológica y nutricional y para poder empezar mejorar tu calidad de vida.

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