TEA
El autismo, mejor llamado trastorno del espectro autista (o conocido por sus siglas TEA) es una alteración en el desarrollo de los niños. En el niño, normalmente desde pequeño, vamos a ver dificultades en la comunicación, el lenguaje, su capacidad para relacionarse con otras personas, así como intereses muy restringidos. Es un espectro porque hay un abanico muy grande, desde casos más leves o más graves.
¿Cuántos niños autistas hay?
Por desgracia, muchos. Cada día, los profesionales relacionados con la infancia detectan más. Pero, ¿es porque hay más niños con este problema o porque, somos más sensibles los detectamos más?
¿Vamos a verle algo en la carita a un niño con TEA?
No. Habitualmente no. Los niños con TEA son niños físicamente sin ningún rasgo que los identifique. Sin embargo, es verdad que hay síndromes, que tienen dentro de sus problemas el autismo, por lo que estos niños sí que tendrán los rasgos físicos del síndrome que sufren.
¿Cuáles son los síntomas de los niños con TEA?
Por desgracia, este trastorno no tiene un síntoma universal y específico.
Las primeras dificultades pueden notarse cuando va el niño esté cerca de cumplir su primer año y las vamos a notar más en el área social y comunicativa:
1. Son niños que suelen preferir jugar solos. A veces los papás los consideran niños “demasiado independientes”. Suelen ser poco expresivos, no suelen sonreír ni mostrar afecto. Responden poco y no suelen dirigirse a otras personas.
2. Son niños muy meticulosos, con unos hábitos bastante estrictos”. Suelen tener una rutina y el problema es que, cuando se les saca de su rutina, pueden enfadarse o tener rabietas.
A partir del año y medio vamos a notar también dificultades en el juego, sobre todo en el juego simbólico. ¿Qué es el juego simbólico? Lo mejor es explicarlo con un ejemplo: Un niño con este trastorno, si le dejásemos una cuchara, no se llevaría la cuchara a la boca para hacer como que come. Otros rasgos que podemos ver a esta edad son:
1. Podemos ver un retraso del lenguaje o una regresión del mismo, es decir, que el niño ya hablaba un determinado número de palabras y deja de hacerlo.
2. A veces, además, pueden tener algo que científicamente se conoce como ecolalia, es decir, un lenguaje repetitivo.
3. Son niños que no miran a la cara a su interlocutor cuando se comunican.
4. A veces pueden realizar movimientos repetidos y estereotipados.
5. Son niños, en ocasiones, muy sensibles a los ruidos poco intensos.
Así que, ¿qué debes vigilar tú y hacer que se enciendan las alarmas en casa y consultes con vuestro pediatra?
1. Un niño de más de un año que no te mira a la cara cuando le hablas.
2. No señalar los objetos para demostrar su interés.
3. Que tu niño use pocos o ningún gesto, como decir adiós con la mano.
4. Un niño con muy pocos gestos, con falta de expresiones alegres y cálidas.
5. Son niños que no tienen interés de enseñarle al adulto nada. No buscan la aprobación del adulto.
6. No muestran interés por estar ni jugar con otros niños.
7. En ocasiones, incluso, no responden a su nombre. A veces los padres consideran que “le niño va a su bola”. Cuidado que no es así y puede ser la forma de detectar este problema.
8. Si tu hijo es poco expresivo y con falta de coordinación en la comunicación no verbal.
9. Si el niño tiene intereses muy restringidos. ¿A qué niño no le gustan los dinosaurios? ¡A todos! Pero no de una manera muy restringida, que es cuando deberías estar más pendiente.
10. Suelen jugar con objetos poniendo a todos de la misma manera o repitiendo patrones y/o movimientos.
11. Pueden hacer lo que se conocen como estereotipias, que son movimiento repetidos de algunas partes de su cuerpo, como lo aleteos con las manos.
Como siempre te decimos, si te surge cualquier duda con respecto a si el desarrollo de tu hijo es normal o no, consulta con vuestro pediatra tranquilamente, que es quien mejor conoce a tu hijo. Lo importante del trastorno del espectro autista es detectarlo lo antes posible, para comenzar con los tratamientos que sean necesarios.