Es muy versátil
A buen seguro la tienes en tu cocina y la utilizas, sobre todo, en salsas o para hacer pasteles: la maicena, que no es otra cosa que la harina de fécula de maíz.
Pero chica, vaya descubrimiento: resulta que tiene multitud de aplicaciones y ninguna es culinaria. ¿Te animas a conocerlas y aplicarlas? Ahí van unas cuantas:
- Cristales relucientes: ay, la titánica tarea de limpiar cristales. Limpias y limpias y siguen quedando restos de suciedad y huellas. Hasta ahora: prueba a mezclar media cucharada de maicena con el zumo de medio limón, media taza de vinagre y media taza de agua. Coloca la preparación en una botella con atomizador y úsala para dejar tus vidrios impolutos.
- Quitamanchas: de sangre, de aceite, de grasa… por ejemplo, si cayó grasa o aceite en tu alfombra, ponle un poco de maicena. Déjala reposar durante 20 minutos y aspira, verás que parece magia. Si es una mancha de grasa en ropa, aplica la maicena sobre la mancha y déjala reposar unos diez minutos. Quítala después con papel de cocina, frota la mancha con un poco de vinagre blanco y lávala como lo haces habitualmente.
- Para facilitar el planchado: diluye una cucharada de maicena en medio litro de agua. Coloca la preparación en un atomizador y rocíalo sobre las prendas a planchar.
- Cordones que se resisten: cordones o lazos que apretaste demasiado y no puedes desatarlos. Espolvorea un poco de maicena por encima y verás que es más fácil desatarlos.
- Consigue pintura de dedos para los más pequeños: tarde de actividades con los peques pero no tienes pintura de dedos. Puedes fabricarla fácilmente: coloca en una cacerola una taza de almidón de maíz y cúbrela con tres tazas de agua. Mezcla bien y lleva la preparación a fuego medio. Revuelve constantemente hasta que rompa hervor y se espese. Espera a que la pasta se enfríe y para darle color, usa unas gotitas de colorante comestible.
- Elimina el mal olor de los zapatos: coloca un poco de maicena dentro de los zapatos y déjalo reposar durante la noche. La maicena también se ocupará de absorber la humedad.
- Culos irritados: es habitual que el culo de los bebés se irrite por llevar el pañal. Una maravillosa crema para esas irritaciones la puedes hacer tú misma, mezclando aceite de oliva virgen extra y maicena. Deberá quedarte como una pasta. Pónsela cuantas veces necesites y verás cómo mejora la piel en unos días.