PROBLEMA INTESTINAL

¿Te sienta mal todo lo que comes? Podría ser SIBO

El estreñimiento, las intolerancias, el colon irritable… Los problemas digestivos cada vez son más frecuentes en la sociedad. Detectarlos no siempre es fácil y sufrirlos es realmente incómodo, pues la mayoría traen consigo hinchazón, gases y un importante malestar, como es el caso del SIBO.

Las siglas SIBO hacen referencia en inglés al "sobrecreimiento bacteriano en el intestino delgado" y tal y como indica su extenso nombre, afecta a este órgano del aparato digestivo. En concreto, las personas que son diagnosticadas con este síndrome son aquellas que en su intestino delgado se produce un crecimiento excesivo de bacterias.

Aunque su nombre pueda parecerte desconocido, la realidad es que cada vez son más las personas a las que se les diagnostica este problema, aunque podría ser considerado como reciente, pues es en la actualidad cuando está cobrando mucho más protagonismo.

Hace tan solo unos meses, Natalia Osona habló de sus enfermedades ante la prensa y contó que ella es una de las tantas personas a las que se les ha diagnosticado esta afección intestinal. Osona también destacó que no se diagnostica tanto porque normalmente se tiende a pensar que es debido a algún trastorno psicológico.

¿Por qué se produce un sobrecrecimiento bacteriano?

Esta presencia excesiva de bacterias provoca un desequilibrio, pues lo normal es que el intestino delgado no tenga tantas bacterias como otros órganos como el colon. Así pues, esta cantidad desorbitada provoca que ni el órgano ni las bacterias trabajen como realmente deberían hacerlo.

Lo que ocurre es que, cuando la comida que ingerimos llega a esta parte del aparato digestivo, esa sobreabundancia de bacterias que residen en el conducto fermentan los alimentos y generan gases, además de otros tipos de problemas digestivos. Este síndrome puede venir provocado por distintos factores como el genético, por problemas en el intestino delgado, por un mal funcionamiento del sistema inmunitario o incluso por la ingesta abusiva de algunos medicamentos.

Aun así, hay otros aspectos que podrían favorecer su aparición, ya que el SIBO suele ser considerado una patología secundaria causada por algún otro problema, como la celiaquía y la diabetes, una dieta con demasiados azúcares y carbohidratos o un abuso de alcohol; por intolerancias o incluso por la edad.

Síntomas del SIBO

A pesar de que el SIBO ahora está empezando a ser diagnosticado con mayor frecuencia, quizás te des cuenta de que padeces esta afección si experimentas algunos de estos síntomas. A diferencia de otras, las consecuencias se concentran especialmente en la región abdominal y son especialmente molestas, aunque no todas las personas sufrirán las mismas y tampoco lo harán por igual:

  • Hinchazón estomacal
  • Gases
  • Dolor abdominal
  • Pérdida del apetito
  • Sensación de saciedad rápida
  • Náuseas
  • Diarrea
  • Malestar tras las comidas

Antes de tomar cartas en el asunto, es importante que un médico te diagnostique este problema. Solo así sabrás si realmente lo padeces y podrás empezar el proceso para controlar y reducir la cantidad de bacterias de tu intestino.

¿Existe un tratamiento para acabar con el SIBO?

Normalmente, se llevan a cabo distintas pruebas para determinar su presencia. La primera de ellas y la más usada es la prueba del aliento. La persona debe ingerir una mezcla de agua y lactitol, un azúcar que absorbe el intestino grueso. Tras la ingesta, se mide la cantidad de metano y de hidrógeno que ha exhalado la persona y si sale positivo, esto significa que hay presencia de estos gases en el intestino delgado y, a su vez, que existen bacterias en el órgano.

De todas formas, los expertos indican que es un test que comúnmente da falsos negativos e incluso falsos positivos, por lo que se suele complementar con otras pruebas. A los diagnosticados de SIBO, los especialistas suelen recetar antibióticos para acabar con ese exceso de bacterias, además de cambios en la dieta e incluso recomiendan complementarla con probióticos.