ESTADO DE ÁNIMO

¿Siempre de mal humor? ¿Todo te molesta? Así es como puedes dejar de estar tan irascible

Si el mal humor se alarga en el tiempo, tiene una consecuecia directa sobre nuestra salud y sobre las personas de nuestro entorno.

Mujer enfadada.iStock

El estado de ánimo es un tipo de experiencia física y psicológica, persistente en el tiempo y cuya causa no es una respuesta directa ni inmediata a algo concreto (a pesar de que las condiciones ambientales sí le influyen).

¿El estado de ánimo afecta a nuestra forma de comportarnos?

Los estados de ánimo facilitan o dificultan la aparición de determinadas conductas. Es decir, un estado de ánimo concreto puede producir o evitar una forma específica de actuar. Por ejemplo: un estado de ánimo positivo fomenta la toma de decisiones y la búsqueda de relaciones sociales.

Por qué varía el estado de ánimo

El estado de ánimo se ve influido por el ambiente y también por las condiciones biofísicas (el estado corporal) de la persona, es decir: el cansancio, el sueño o el hambre.

Veamos a continuación cómo influye exactamente el estado corporal en nuestro estado de ánimo, según el modelo de los estados de ánimo de Thayer:

  • Ejercicio: realizar ejercicio con moderación aumenta los niveles de activación (necesario para gozar de energía, factor importante en el estado de ánimo) y el ejercicio intenso lo disminuye (Thayer, 1998).
  • Alimentación: la depresión (y en general, los trastornos del estado del ánimo) genera problemas de apetito y los trastornos de la ansiedad pueden producir bulimia o ansias de comer. El nerviosismo lleva a aumentar el picoteo durante el día. Las emociones que generan malestar, por otro lado, aumentan las conductas de ingesta o el hambre emocional (Grilo, Shiffman y Wing, 1989). Estos picos o carencias de glucemia por los cambios en la alimentación afectan directamente al nivel de energía que sentimos.
  • Salud: uno de los primeros síntomas de pérdida de salud suele coincidir en la manifestación de cansancio y de pérdida de interés por las cosas (Buchwald, Sullivan y Komaroff, 1987). La experiencia personal de sentirse bien y en forma es el mejor predictor, tanto de salud física como psicológica.
  • Sueño: repercute en el estado de ánimola cantidad y calidad habitual del sueño cuando es inferior a la necesitada, según la Comisión Nacional para la investigación de los trastornos del sueño de EE. UU. Además, también señalaron que los trastornos del sueño están relacionados con los trastornos mentales. Las carencias de sueño afectan a nuestro nivel de energía y tensión.

¿Es lo mismo el estado de ánimo que las emociones?

Las emociones, a diferencia de los estados de ánimo, son reactivas y se originan como respuesta a los acontecimientos que vivimos. Los estados de ánimo influyen en la aparición de unas emociones u otras. Por ejemplo: una persona que se encuentra físicamente cansada y tensa tendrá mayor tendencia a mostrarse más irritable que una persona con un estado de ánimo calmado y que se encuentre descansada.

Las emociones son cambiantes, mientras que los estados de ánimo son relativamente estables e influyen en la identidad personal (según el estado de ánimo más habitual). Los estados de ánimo influyen en cómo nos vemos a nosotros mismos (autoconcepto) y en cómo nos relacionamos con los demás.

Causas de la irascibilidad

La irascibilidad es la experiencia de una actitud que tiende a la ira. La ira es una emoción básica cuya función es defendernos de aquello que interpretamos como injusto.

Los estados de ánimo negativos son la antesala para sentirnos irascibles. La irascibilidad aparece sobre todo en contextos de estrés, frustración o resignación y nos indica que algo en nuestra vida no está como nos gustaría.

Cómo dejar de estar irascible

A continuación, te realizo algunas propuestas para que gestiones ese estado de ánimo irascible:

  • Cuida tu estado corporal: el estado corporal afecta a la energía y a la tensión que sientas, dos factores que influyen directamente en el estado de ánimo. Por tanto, es muy importante que incluyas el deporte en tu rutina diaria, que te alimentes de forma saludable, que te realices las revisiones y los tratamientos médicos (y psicológicos) pertinentes con respecto a tus necesidades y que descanses el tiempo y de la forma que lo necesitas.
  • Visualización para desarrollar el optimismo: enfócate en aquello que quieres conseguir y visualízate lográndolo. Puedes ayudarte mediante meditaciones. El sentirte "como si" lograras tus metas, te ayudará a comportarte para ello.
  • Desarrolla el sentido del humor: el sentido del humor es una experiencia compleja y principalmente social (nos reímos casi siempre en compañía, aunque también es posible hacerlo solos). Por ejemplo: es casi violento permanecer serio cuando el grupo se está riendo. Por tanto, te animo a programar actividades sociales con personas agradables para ti y realizar ejercicios de relajación antes de presentarte, así como mantenerte con apertura mental en esas reuniones.
  • Potenciar el estado de flujo: el estado de flujo es experimentar de forma óptima. Para llegar a este estado, te recomiendo elegir una actividad que puedas empezar a realizar en tu rutina.

Cómo potenciar el estado de flujo

Para potenciar este tipo de actividades que te hagan sentir de forma óptima, se debe cumplir lo siguiente:

  • Que se a una tarea retadora y que requiera habilidades. Por ejemplo: la pintura.
  • Que sea una tarea que absorba tu atención.
  • Que sea una tarea con objetivos determinados. Por ejemplo: pintar un cuadro utilizando una nueva técnica.
  • Que exista una retroalimentación del proceso, es decir, que otra persona pueda darte su opinión al respecto.
  • Que se tenga la experiencia de control del proceso, es decir, que se trata de una actividad que dependa únicamente de ti.
  • Que el pensamiento durante la tarea esté dirigido a esa tarea y sea escasamente autorreferencial, es decir, hay que centrarse en la tarea y no tiene porqué tener un significado con respecto a lo que tú eres.
  • Que sea una tarea en la que haya una pérdida del sentido de la duración del tiempo.

Y además de todo lo expuesto, cuando la irascibilidad se alarga en el tiempo siempre es recomendable pedir ayuda profesional a un psicólogo o psiquiatra.