Muy molestas
Las hemorroides afectan a nuestra vida íntima más allá del sexo anal, pero hay maneras de llevarlas mejor.
Las hemorroides, también llamadas almorranas, son una dolencia muy habitual. Sin embargo, sigue siendo un tema tabú y más cuando hablamos de intimidad. Unir hemorroides con sexo es hablar de vergüenza y lo relacionamos directamente con el sexo anal. Pero no tiene por qué ser necesariamente así ya que esa molestia que nos genera tener hemorroides afecta a toda nuestra sexualidad. Nos sentimos incómodas e incómodos, nos molesta en muchas posturas y repercute en nuestro deseo.
Las hemorroides afectan tanto a hombre como a mujeres, aunque es cierto que las mujeres vivimos situaciones en las que éstas afloran con mayor facilidad como durante la gestación.
¿Por qué tenemos hemorroides?
El tejido hemorroidal forma parte de nuestra anatomía y su función es almohadillar el canal rectal y ayudarnos a controlar el esfínter anal. Cuando el tejido se inflama es cuando aparecen las hemorroides.
Las causas más habituales es el estreñimiento, la diarrea o permanecer en la misma posición durante mucho tiempo, como por ejemplo estar sentadas muchas horas seguidas. Es muy sencillo saber si tenemos hemorroides y es que son realmente molestas y a veces van acompañadas de sangrado. Los síntomas variarán si las hemorroides son internas o externas. Para evitar que aparezcan las hemorroides es recomendable hidratarnos muy bien bebiendo agua y tomar alimentos ricos en fibra. Es importante también evitar comer comida picante, alcohol o el consumo excesivo de medicamentos. Es decir, que una vida activa, sana y equilibrada mantendrá a las hemorroides en su sitio.
Hablar de hemorroides lleva directamente a hablar de sexo anal, pero la verdad es que toda nuestra vida sexual se ve afectada. Como María Ramos, psicóloga, sexóloga y creadora de PsicoaSexoría, afirma, “La vida sexual de las personas engloba muchos más aspectos que los que tienen que ver con los encuentros eróticos. Es por esto que las dolencias como las hemorroides, pueden afectar no solo a los encuentros propiamente dichos, sino también a la imagen corporal que se tiene de uno o una misma, a la intimidad, la complicidad de una pareja o incluso a la salud emocional”.
Dependiendo de qué tipo de hemorroides tengamos, nuestra vida sexual puede seguir siendo como la de antes, pero “A veces pueden generar tal dolor que haga muy incómoda e, incluso, dolorosa la penetración”. Y es que aunque no hablemos de sexo anal, la penetración vaginal también puede ser molesta ya que la inflamación puede hacer que nos sintamos incómodas y rozar alguna de las almohadillas inflamadas y que nos produzca dolor. Por eso, la psicosexóloga nos recuerda que “Los encuentros eróticos pueden conllevar muchas más prácticas que las relacionadas con la penetración”. Asimismo, añade que diversificar las prácticas sexuales “Favorecerá nuestra forma de disfrutar de esos momentos íntimos”.
Otras de las grandes dudas que nos genera este tema es si el sexo anal puede producir hemorroides. La experta responde que “No debería ser una causa de las hemorroides. Sin embargo, sí es posible que, si ya se tienen, la sintomatología pueda empeorar”. “Para facilitar que esta práctica no empeore las hemorroides, se pueden tener en cuenta una serie de claves como, por ejemplo, jugar con un hielo en la zona anal para bajar la hinchazón, utilizar lubricantes específicos para reducir la fricción o procurar tener la zona anal relajada”. Es cierto que no es la principal causa, pero realizar penetración anal de manera brusca y sin la suficiente lubricación sí que puede dañar las pareces anales y producir que a consecuencia de esta agresión se produzca la inflamación.
¿Se puede tener sexo con hemorroides?
Tener hemorroides no debe alejarnos de nuestra vida íntima. Ramos aconseja “Evitar la penetración anal cuando las hemorroides estén activas, pues puede resultar muy incómodo por la hinchazón que producen. Por eso es importante ampliar el catálogo de prácticas eróticas y disfrutar así de la sexualidad más allá de las prácticas genitales”.
¿Qué podemos hacer si nos sentimos molestas durante el sexo? “Si en algún momento, al estar realizando penetraciones, se notara alguna molestia, es recomendable parar esa práctica, poner un poco de frío en la zona anal y esperar a que la hinchazón baje. Para volver a iniciarla será necesario hacerlo solo cuando se esté preparado o preparada y por supuesto, tratar la zona con mucho cuidado. Se puede usar algún lubricante específico para calmar la zona y, será recomendable usar preservativo para evitar infecciones bacterianas o la transmisión de alguna ITG (Infección de transmisión genital)”. Por otro lado, “La comunicación con la pareja será imprescindible, pues es importante, como en todo, avisar no solo de lo que nos gusta, sino también de lo que nos incomoda” aconseja María Ramos.
Que este tema es un tabú no es nada nuevo. No hablamos habitualmente con naturalidad de las hemorroides y de lo íncomodas que nos hacen sentir en la cama. La vergüenza nos ataca a todas y a todos, pero según Ramos, se acentúa en las mujeres. Además, sigue siendo un tema discriminatorio en cuanto al género ya que cuando estamos en esta situación a las mujeres se nos anima a superarlo y seguir manteniendo prácticas anales siguiendo las recomendaciones específicas, mientras que a ellos se les aconseja no esforzarse mucho. Como apunta Ramos,”Resulta curioso el sesgo de que se presuponga que las mujeres son penetradas y que son los hombres los que penetran, cuando de todos es sabido que, hay mujeres que penetran (con dildos especiales, por ejemplo) a hombres y que a muchos hombres heterosexuales también les gusta que les penetren”.
¿Cómo hablar de hemorroides en pareja?
Nos molestan, nos incomodan, nos hacen perder deseo, ¿cómo se lo decimos a nuestra pareja y superamos la vergüenza? Para la psicosexóloga es impresdincible “Aprender a gestionarla, sobre todo a la hora de hablar de nuestros asuntos más íntimos con la persona con la que queremos compartir juegos eróticos”. Además, “Comunicarnos de manera eficaz nos permitirá disfrutar más, porque nos resultará más fácil expresar cuando algo nos gusta y cuando algo nos está