A veces hay que consultar al médico

¿Sexo doloroso? He aquí las razones

El sexo nunca debería doler. Te contamos las razones por las que puedes estar pasando un mal rato durante el coito.

Pareja en la camaiStock

Que el sexo debe ser una experiencia tipo OMG es más que una suposición. Es una realidad. Sin embargo, hay estudios que demuestran que muchas mujeres sufren una pequeña agonía durante el coito en algún momento de sus vidas.

Ya sea fugaz o crónico, el dolor en las relaciones sexuales es increíblemente frustrante. Y lo que es peor, la mayoría de estas mujeres lo tratan por su cuenta, en lugar de buscar ayuda, y esto nunca funciona. Si te duele al hacerlo, informa a tu médico. No sirve de nada sufrir en silencio. Una vez eliminada la vergüenza, un buen médico te aportará la orientación, el apoyo y el tratamiento necesario para averiguar si lo que te sucede tiene que ver con alguno de estos trastornos:

1. Hay un problema médico

El dolor durante las relaciones sexuales a menudo tiene que ver con una condición médica. Un problema común suele ser la vaginitis o la inflamación de la vagina, causada por una infección de hongos o una enfermedad de transmisión sexual (ETS).

También hay defectos estructurales del cuerpo que causan dolor que, en última instancia, pueden requerir de cirugía, como un útero inclinado. Y en algunos casos el dolor puede ser la consecuencia de condiciones atípicas como la endometriosis, las infecciones de la vejiga, los quistes ováricos y los fibromas uterinos.

Si tu dolor se debe a alguna de estas causas, sólo tu médico puede recomendarte el mejor tratamiento, ya sea a través de medicamentos, de cirugía o de otro tipo de procedimiento para controlar los síntomas.

2. Tus hormonas están paradas

También puedes tener sequedad vaginal producida por una caída en los niveles de estrógeno debido al estrés, los medicamentos o la menopausia. El estrógeno es lo que mantiene tu vagina lubricada. Si tienes la hormona por debajo de lo normal las relaciones sexuales pueden ser dolorosas.

La histerectomía (que suele conducir a la menopausia temprana), la radiación y la quimioterapia para el cáncer o la extirpación quirúrgica de los ovarios también pueden desencadenar una disminución del estrógeno.

Volvemos a lo anterior. Si este es tu caso, visitar a tu médico es crucial, pues es quien puede recomendarte cambios en el estilo de vida o incluso una terapia de reemplazo hormonal.

Imagen de archivo de una pareja en la cama | Archivo

3. No estás lubricando lo suficiente

No subestimes el poder del lubricante. A pesar de que tu vagina lubrica de manera natural, muchas mujeres experimentan sequedad de vez en cuando. La buena noticia es que hay productos que solucionan el problema.

Cuando ahí abajo está demasiado seco, cualquier fricción entre tu vagina y el pene, el vibrador o simplemente el cinturón de tu pareja, va a causarte dolor. Lo mejor es elegir un lubricante que cuide el pH natural para evitar reacciones alérgicas, nunca uses saliva o vaselina.

4. Lo haces en la postura equivocada

Si el sexo es doloroso o incómodo, puede que la posición que hayas elegido no te vaya bien. Así de simple. Si además tu pareja tiene un pene curvado, algunas posturas pueden ser realmente desagradables. Cada mujer es diferente, por lo tanto, no todas disfrutamos al estilo perrito o al de vaquera.

Esto es muy sencillo. Si encuentras que una determinada posición sexual no te hace disfrutar, cámbiala. Prueba con el misionero o la cuchara, que suelen ser las más cómodas. Y si no, busca la que a ti te guste más.

5. Tu pareja la tiene muy grande

No, más grande no siempre es mejor, sobre todo cuando se trata de penes. Hay mujeres que tienen problemas para adaptarse a un pene de dimensiones considerables. Pero eso no significa que deba abandonar a su pareja sólo porque están especialmente bien dotada. Al revés. Si sospechas que este puede ser el problema de tu dolor, dale rienda suelta a tu imaginación (aprovecha) y prueba algunas de las posturas sexuales que van bien para penes grandes.

6. Tienes un trauma sexual sin resolver

Las mujeres pueden experimentar dolor durante las relaciones sexuales debido al temor de sentir placer después de una agresión sexual. En algunos casos, el trauma psicológico puede hacer que los músculos vaginales se contraigan involuntariamente o se produzcan espasmos durante el coito, lo que comúnmente se conoce como vaginismo.

Un terapeuta sexual o un psiquiatra es quien mejor te ayudará a resolver este problema. Hay sistemas para volver a entrenar los músculos de la vagina, incluso dilatadores para practicar en casa.

7. Tu relación no funciona

La excitación sexual empieza en el cerebro. Si hay una mala comunicación entre vosotros, o si te sientes en conflicto con tu pareja, es más que probable que no tengas relaciones sexuales placenteras.

Si hay tensiones en tu relación que os afectan a nivel sexual, quizás deberíais acudir a una terapia de pareja para abordar primero los problemas que tienen lugar fuera del dormitorio.

8. Tus prácticas de higiene son de la vieja escuela

Se nos ha enseñado a ducharnos a diario y a usar toallitas íntimas cada vez que vamos al baño. Sin embargo, un exceso de higiene puede ser el causante del dolor durante las relaciones sexuales, ya que puede provocar vaginosis bacteriana, una inflamación producida por un aumento excesivo de bacterias ‘malas’ en la vagina.

Puede que aquí la solución sea tan fácil como cambiar tus hábitos de aseo, pero si la cosa es grave quizás sea necesaria la intervención médica. No siempre es un remedio instantáneo, no te auto mediques. Si modificar tu rutina de higiene no funciona, consulta a tu ginecólogo.