Un buen psicólogo, aparte de ser un experto en la materia y tener los títulos universitarios pertinentes, debe de tener algo más para que a ti concretamente te encaje.
Un factor que normalmente nos da mucha fiabilidad es el de las recomendaciones, porque cuando una persona cercana nos cuenta que ha ido a un psicólogo y que nos lo recomienda sentimos cierta seguridad, pero nada de esto tiene por qué ser una garantía de éxito.
Existen otros factores que debemos tener en cuenta a la hora de valorar si un psicólogo es adecuado para nuestro caso. Se trata de factores que nos revelan tanto la profesionalidad del psicólogo como los síntomas subjetivos de que estamos con alguien que encaja con nuestra personalidad.
Señales a las que debes atender para valorar si ese psicólogo es para ti
Entre otras muchas cosas, un buen profesional de la psicología se asemeja a lo siguiente:
Te explica lo que te sucede: Los psicólogos deben evaluar a su paciente, ya sea con cuestionarios cuantitativos o a través de una entrevista cualitativa (a través de preguntas en sesión). Si el psicólogo ha hecho correctamente esta evaluación también sabrá explicarte perfectamente lo que te sucede y sus hipótesis. Es importante también tener en cuenta que nuestra situación es cambiante y progresiva y esas explicaciones deben darse en todo el proceso.
No te dice lo que tienes que hacer: En el tratamiento psicológico el profesional debe aportarte herramientas y aumentar tu autoconocimiento para que seas tú mismo quien encuentre las respuestas. Si el psicólogo dice directamente al paciente lo que debe hacer muy probablemente obtenga un rechazo de la propuesta por parte del paciente, por eso es muy importante respetar los tiempos en terapia.
Hay buena sintonía entre los dos: Aunque la psicología sea una ciencia, quien está detrás del tratamiento es un profesional, es decir, una persona y, por tanto, al ahondar en temas íntimos debemos sentir que existe sintonía y esta valoración es completamente subjetiva. Es decir, por muy buen profesional que sea el psicólogo, hay una parte subjetiva que no se puede controlar y que el paciente debe de analizar, ya que si no se siente a gusto o si no termina de confiar en el psicólogo porque no se siente comprendido jamás habrá un vínculo adecuado para avanzar en la terapia.
Te hace sentir que lo que le cuentas es importante: Lo más importante de la terapia es el paciente y lo más importante de la sesión es lo que nos cuenta el paciente. El psicólogo debe de prestar la máxima atención a su paciente y hacer una escucha activa inmejorable. Si sientes que esto no es así, entonces posiblemente te hayas encontrado con un psicólogo que o bien es mal profesional, o está desmotivado o no le termina de gustar tu caso. En cualquier caso, es recomendable transmitirle al profesional cómo nos estamos sintiendo en sesión y tomar las decisiones pertinentes.
Te pone tareas: Es importante que el psicólogo ponga al paciente tareas para realizar en casa sobre todo al principio de la terapia. Esto es así debido al valor de la consolidación de los cambios que se buscan alcanzar. No podemos dejar toda la responsabilidad del cambio únicamente a una hora a la semana, debemos trabajar más tiempo por nuestra cuenta si realmente vamos a hacernos responsables de lo que sucede.
Te da herramientas y estrategias: El psicólogo debe proporcionarte una muy buena caja de herramientas a la que puedas acudir cuando no le tengas a él delante. Por ejemplo: técnicas de relajación, palabras clave, técnicas de reestructuración cognitiva, técnicas para identificar y expresar las emociones, técnicas asertivas, recursos emocionales, etc. Cuando te preguntes "¿qué he aprendido este tiempo yendo a terapia?" Debes tener una respuesta amplia con este tipo de conceptos incluidos.
Tiene compromiso con las sesiones: Llegar puntual y no cancelar ni mover las sesiones con frecuencia a parte de educación significa tener una gran profesionalidad. El compromiso con las sesiones por parte del psicólogo así como por el paciente es básico para avanzar en la terapia. Recuerda que esto es como el gimnasio, si solo estás apuntado al gimnasio, pero no vas, pocos resultados vas a ver y lo mismo pasaría si estás apuntado al gimnasio, pero el entrenador te da plantones o te cambia las clases con frecuencia.
Te traslada que el objetivo es el alta: Las terapias deben durar más o menos tiempo y esto depende totalmente del caso, pero es importantísimo que tanto el paciente como el psicólogo tengan como meta el alta, es decir, que el objetivo es que se cumplan los objetivos terapéuticos y dejar de venir a terapia. En esta línea, también es muy importante que existan unos objetivos en la terapia a trabajar para tener un camino claro.