Seguro que te suenan todas

Seis frases que se le dicen a una madre (y que molestan)

Tienes un bebé de pocos meses o un niño de 3 años. O cuatro niños. O dos niñas y un niño. Lo mismo da la combinación de género o numérica, por el hecho de ser madre tendrás derecho a algunas frasecitas, por supuesto, gratuitas (ya sabemos que la gente da su opinión aunque tú no la pidas) que te tocarán los pies.

Mamá con bebéiStock

Enumeramos unas cuantas, pero seguro que hay muchas más porque gente con conocimientos sobre hijos y sobre la crianza hay muchas (y saben mucho más que tú, por supuesto).

- “Anda, pues no pareces madre”: es un gran clásico. Te lo sueltan cuando descubres que eres una mujer que tiene vida (además de un hijo) y le gusta salir. O tomarse unas copas. O ligar en Tinder. O hablar de sexo. O practicarlo. Añadid los “o” que queráis. Esta frase enraiza con una imagen viejuna de la maternidad y quien la dice seguramente piensa que las madres debiéramos ir todo el día vestidas con batamanta y rulos en la cabeza. Sin maquillar, por supuesto, y con ropa raída. Además, nuestro único interés debería girar en torno a nuestro hijo, las comidas que amorosamente le preparamos durante horas y cómo pasa sus noches. Fuera de ahí, no hay vida.

- “Va muy abrigado”: otra frase muy común que te la sueltan desconocidos o amigos de toda la vida cuando ven a tu niño por la calle. Porque todos saben cómo deben abrigarlo salvo tú, que no tienes ni idea de nada y has venido a este mundo a absorber consejos gratuitos por doquier. “Pues en Finlandia los niños duermen en la calle porque es muy sano”. Claro, puede ser, pero hasta que vivas en Finlandia la que se encarga de llevar al retoño semana sí y semana también, al médico en invierno, eres tú. Porque el padre trabaja o no se le espera. Así que hasta entonces, le abrigas como consideres oportuno.

- “¿Para cuándo la parejita?”. “A mí me la dijo el otro día una señora en el bus. Una desconocida”, confiesa Blanca. Pues sí, porque todo el mundo puede opinar sobre si debes tener o no hijos y por supuesto, sobre el número que te conviene más. Porque cómo vas a tener solo uno (“uno no es ninguno”), cuando lo bonito son dos. O siete…

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- “Esto le pasa al niño porque no le diste el pecho lo suficiente”. Ah, los talibanes de la lactancia materna, de los que ya hemos hablado en este diario. Cualquier enfermedad del niño es achacable a que no le diste el pecho durante tres años, que es lo que debe hacer una buena madre.

- “Te has quedado fatal después del parto”. Porque evidentemente, después de un parto, debes quedarte maravillosa, como si no hubiera salido de tu barriga otro ser. Sin estrías, sin grasa, sin un gramo de más… Porque además, como todo el mundo sabe, durante los tres primeros años del niño tú tienes tiempo de sobra para ti, ¿verdad?

- “Pero, ¿todavía tiene chupete?”. Sí, tiene 3 años, no quince, tampoco pasa nada. De este estilo pueden encontrarse varias como "¿todavía toma biberón por las noches?". O "¿cómo que le dejas dormir contigo?". La cuestión es meterse en la crianza ajena...