PRECAUCIÓN
Los edulcorantes son frecuentemente utilizados con la finalidad de controlar la diabetes gestacional, prevenir un gran aumento de peso durante el embarazo o recuperarlo durante la lactancia. ¿Es segura esta práctica? ¿Es inocua?
No solo consumimos edulcorantes cuando los añadimos a café o infusiones, sino que forman parte de infinidad de productos como refrescos light o zero, yogures desnatados de sabores, mermeladas "light" y muchos productos en sus versiones sin azúcares añadidos.
Debido a cuestiones éticas de los estudios con mujeres embarazadas o en etapa de lactancia, los datos de tipo experimental en seres humanos son escasos.
Por este motivo, las evidencias de las que disponemos sobre su seguridad durante estas etapas de la vida se basan principalmente en estudios observacionales o bien en trabajos realizados en animales.
Analizando los datos expuestos, varias sociedades científicas han establecido sus recomendaciones en relación con el consumo de edulcorantes durante el embarazo. Y mientras algunas muestran que los edulcorantes están aprobados para su uso para la población general (incluidas embarazadas y madres lactantes) siempre y cuando se respete la IDA, otras son más cautas y no recomiendan el consumo de sacarina y de ciclamato durante el embarazo, señalando y que hay otros edulcorantes que han demostrado ser seguros si se consumen con moderación.
El aspartamo no parece llegar a la leche materna. En cambio, se han encontrado en la leche materna concentraciones de sacarina, el acesulfame-K y sucralosa. No obstante, como las concentraciones obtenidas están varios niveles por debajo de su Ingesta Diaria Admisible (IDA), a priori no parecen presentar riesgos para la lactancia.
La información disponible en relación a la presencia y concentración de edulcorantes en la leche materna aún es escasa e insuficiente. Si bien no existen elementos para recomendar el consumo de edulcorantes en madres que amamantan, tampoco hay evidencia suficiente como para contraindicarlos formalmente durante la lactancia. Además, todavía no hay estudios en humanos que evalúen si la presencia de edulcorantes en la leche materna es capaz de modificar el dulzor de la leche y, así, fomentar la preferencia por los sabores dulces.
En resumen, parece prudente recomendar evitar durante la gestación el uso de la hoja entera de estevia, sus infusiones y los extractos de sus hojas crudas. De manera similar, parece recomendable evitar el uso del ciclamato y la sacarina tanto durante el embarazo como de la lactancia.
El aspartamo, acesulfame-K, sucralosa y glicósidos de esteviol parecen ser seguros tanto durante el embarazo como durante la lactancia si se cumplen las ingestas diarias admisibles (IDA). Sin embargo, hay que tener en cuenta a la hora de decidir que a pesar de ser seguros podrían producir un mayor aumento de peso en la infancia y una preferencia infantil alterada hacia sabores dulces.