NI PROBARLOS
Algunos son peligrosos para la salud por el riesgo de asfixia y, otros, por ser nutricionalmente inadecuados.
La primera infancia es una etapa crucial en el desarrollo. En esta etapa, es de vital importancia conocer las necesidades nutriciales de nuestros hijos y evitar aquellos alimentos que no son saludables y no les aportan nada a nivel nutritivo. También es necesario conocer cuáles son recomendables evitar por el riesgo de asfixia, algo demasiado común a estas edades.
Caramelos, dulces y gominolas
Lo más recomendable es evitar el consumo alimentos fuente de azúcares libres en menores de dos años, tanto porque las preferencias alimentarias se establecen en esta etapa, como porque desplazan la ingesta de alimentos fuente de nutrientes en un momento en el que estos requerimientos son elevados.
Pero es que además, los caramelos son uno de los alimentos que más episodios de asfixia producen en la primera infancia. Son alimentos de textura firme, que se pueden deglutir accidentalmente enteros o en trozos sólidos grandes, obstruyendo por completo las vías aéreas.
Es por ello que debemos desterrar la tradición de ofrecer caramelos y piruletas por su salud y su seguridad.
Salchichas
Las salchichas, que son un recurso rápido en muchos hogares, como cualquier carne procesada, además de tener un alto contenido en sal y grasas de mala calidad, es además otro de los alimentos más comúnmente asociados con asfixia en la primera infancia.
Las salchichas presentan una forma cilíndrica, con un diámetro similar al de las vías aéreas de las criaturas. Y a esta característica se le añade que son compresibles, lo que permite que se pueda bloquear el tracto aerodigestivo superior por completo, pudiendo causar la muerte por asfixia.
Así que ni son nutricionalmente interesantes, ni son seguras, por lo que es preciso generar otros recursos rápidos para no tener salchichas en casa.
Zumos
Los zumos están tradicionalmente normalizados en la dieta infantil y su consumo en estas edades ha aumentado mucho en los últimos años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que los datos científicos disponibles muestran una relación probable entre el consumo de zumos de fruta con la obesidad y la malnutrición en la infancia.
Esto ocurre porque los zumos no equivalen nutricional ni metabólicamente hablando al consumo de frutas enteras, al carecer de fibra y de masticación, elevan los niveles de azúcar en sangre como cuando consumimos cualquier azúcar libre y no tienen efecto saciante. No aportan ninguna ventaja nutricional y pueden desplazar el consumo de fruta entera.
Por lo que si tienen sed, es mejor ofrecerles agua y si tienen hambre, fruta entera.
Frutos secos y cacahuetes enteros
Los frutos secos y los cacahuetes son unos de los principales alimentos causantes de asfixia en la primera infancia, debido a su textura firme hay riesgo de que accidentalmente se aspiren enteros o en trozos grandes sin masticar.
Sin embargo, nutricionalmente son muy interesantes y por ello no se recomienda evitarlos, sino ofrecerlos en formatos seguros como harina de almendras, cremas de frutos secos 100% untadas o molidos como ingredientes de elaboraciones caseras.
Atún rojo, pez espada, lucio y tiburón
El pescado azul es nutricionalmente muy interesante, fuente de nutrientes que son de interés en esta etapa del desarrollo como las vitaminas A y D, los ácidos grasos omega 3 o el yodo. Sin embargo, se recomienda evitar algunas especies de gran tamaño que acumulan más presencia de metilmercurio, que afecta al sistema nervioso central en desarrollo, y es por ello que la etapa infantil sea más sensible a los efectos de este metal.
Según datos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) hasta los 10 años se recomienda evitar el atún rojo (Thunnus thynnus) el pez espada o emperador, el lucio y el tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja, tintorera). En su lugar, es mejor ofrecer especies de pescado azul de tamaño pequeño como la caballa, las sardinas o los boquerones.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR...
Alimentos que comemos en España y que en el resto del mundo son una asquerosidad