CUÍDATE

¿Sabías que tus palabras pueden influir en tu bienestar? El experimento japonés del agua te lo explica

¿Alguna vez te has preguntado si el agua podría tener alguna forma? Un experimento sugiere que podemos influir en la forma del agua a través de nuestros pensamientos y emociones. Y como nosotros somos agua, esto tiene un impacto directo sobre nuestro bienestar.

Mujer en el aguaFreepik

El experimento del agua de Masaru Emoto es muy conocido en el ámbito de la pseudociencia y la espiritualidad por ser la clave para cuidar nuestro bienestar físico y mental. Emoto, un investigador japonés, afirmó haber descubierto que las moléculas de agua pueden cambiar su estructura cristalina respondiendo a diferentes estímulos, como palabras, emociones y música.

Cómo surgió el experimento del agua

En la década de los 90, Emoto se preguntó cómo los copos de nieve podían tener una forma definida al cristalizarse, pero el agua, en cambio, no parecía tener una estructura fija. Se cuestionó cómo era esto posible si la nieve también es agua. Fue entonces cuando decidió experimentar: expuso agua pura a vibraciones específicas, registrando su influencia en ella. Al congelarla, observó que el agua formaba cristales cuya estructura reflejaba las características de las vibraciones a las que había estado expuesta. ¡Las formas de los cristales, según él, expresaban esas características!

Después de muchas pruebas y gracias a sus esfuerzos, así como a los de su equipo, Masaru Emoto consiguió capturar la primera "fotografía de cristales de agua". A partir de este logro, continuó experimentando con diversas formas de influir en la formación de los cristales, como exponiendo el agua a palabras escritas, reproduciendo música y utilizando aguas de diferentes fuentes locales. En algunos casos, se atrevió a contrastar no solo las vibraciones positivas, sino también las frecuencias opuestas, explorando cómo influían en los cristales las vibraciones de armonía y discordia (como paz versus guerra, amor versus resentimiento, etc.).

Esta es la forma del agua según los estímulos recibidos

Palabras y frases

Emoto afirmó que el agua a la que se le hablaban palabras positivas como "amor", "gracias" o "paz" formaba cristales de agua más hermosos y simétricos. En cambio, el agua expuesta a palabras negativas como "odio" o "maldito" producía cristales deformes, caóticos o sin forma.

Música

También indicó que la música influía en la estructura del agua. La música clásica, especialmente la de compositores como Bach o Mozart, producía cristales hermosos, mientras que la música pesada o disonante (como el heavy metal) resultaba en cristales dañados o desordenados.

Energía de la intención humana

Emoto sugirió que incluso las emociones o intenciones de las personas podían alterar la estructura del agua, lo que implica que el agua podría "captar" las vibraciones energéticas emitidas por pensamientos y sentimientos.

¿Cómo puede afectarnos?

Después de ver el experimento de Masaru Emoto, podemos intuir el gran peso que tienen las palabras y los sentimientos sobre nosotros. Teniendo en cuenta que nuestro cuerpo está compuesto por un 70% de agua, y que esta es sensible a los sentimientos y la conciencia humana, debemos entender la importancia de lo que decimos y pensamos, tanto hacia nosotros mismos como hacia los demás. Masaru logró demostrar que los pensamientos y las emociones son capaces de modificar la estructura molecular del agua.

El legado de Emoto persiste, especialmente en círculos relacionados con la espiritualidad y el autoconocimiento, y a pesar de las críticas a su estudio, Masaru en junio de 1999, publicó un libro titulado Mensaje del Agua, que incluía muchas fotografías de cristales de agua. Su trabajo ha popularizado la idea de que nuestras emociones y pensamientos pueden tener un impacto tangible en el mundo que nos rodea, una noción que sigue siendo influyente en áreas no científicas y entre quienes creen en la conexión entre la mente, el cuerpo y las energías sutiles.