El problema no es el aditivo sino el producto

¿Sabes para qué sirven los aditivos de los alimentos?

Son sustancias agregadas intencionalmente a los productos alimenticios para realizar ciertas funciones tecnológicas, por ejemplo, colorear, endulzar o ayudar a preservar los alimentos.

AditivosiStock

No puedo evitar empezar con estas dos frases. Me las habéis oído mil veces, pero no puedo evitarlo, si voy a hablar de aditivos tengo que decirlas.

- Todos y cada uno de los aditivos son seguros en las dosis y alimentos utilizados.

- El problema no es el aditivo, es el producto. Si el producto no es sano, no lo es con y sin aditivos.

Dicho esto, no hay nada mejor para el miedo que el conocimiento. Así que es necesario que conozcan la función de esos compuestos que le ponemos a sus alimentos.

En realidad… ¿qué es un aditivo? Son sustancias agregadas intencionalmente a los productos alimenticios para realizar ciertas funciones tecnológicas, por ejemplo, colorear, endulzar o ayudar a preservar los alimentos.

Para que un aditivo sea autorizado debe cumplir tres requisitos:

- no puede plantear problemas de seguridad para la salud del consumidor. Esto debe estar basado en estudios científicos.

- tiene que existir una necesidad tecnológica que no se haya podido solucionar por otros medios.

- su uso no puede llevar a error al consumidor.

Es decir, no es un ingrediente propiamente dicho, pero los declaramos siempre en el etiquetado. No sólo ponemos el nombre, sino que identificamos la función que tendrá en el producto.

Pueden denominarse con la letra E- y después un número o bien con el nombre completo de la sustancia. Esta letra tan temida es la que garantiza que el aditivo ha sido autorizado.

Existe una clasificación de estos aditivos para agruparlos según su función en el alimento. Así será mucho más sencillo que los podáis identificar si los veis en las etiquetas. En realidad, hay 26 clases de funcionalidades de aditivos pero veremos aquí una clasificación un poco más sencilla. Es posible encontrar el mismo aditivo cumpliendo dos funciones diferentes en dos productos distintos, así que no os asustéis si veis alguno aquí reflejado con una denominación distinta.

Chica leyendo etiqueta | iStock

En general:

- E-1XX. Son los colorantes. Se utilizan para dar o remarcar el color de un producto. Entre ellos reconoceréis por ejemplo el E-100 que es la curcumina o el E-102, tartracina que es el colorante de la paella.

- E-2XX. Conservadores (se dice así, no conservantes). Estos y los E-3XX han hecho que nuestros alimentos sean más seguros. Aumentan la vida útil de los alimentos protegiéndolos entre otras cosas, de los microorganismos. Entre ellos están desde el ácido sórbico hasta los sulfitos, estos son interesantes porque son un alérgeno (puede encontrarse en vino o marisco) de declaración obligatoria, así que lo verán remarcado en negrita o en mayúsculas.

- E-3XX. Antioxidantes. Prolongan también la vida del alimentos pero protegiéndolos del deterioro provocado por la oxidación. Entre ellos está el E-300, los cítricos o el kiwi están llenos de E-300, es el ácido ascórbico. Vitamina C, lo llaman algunos. Con lo bonito que queda E-300. En fin.

- E- 4XX. Emulgentes, estabilizadores, espesantes y gelificantes. Se encargan de dar al producto textura. Los emulgentes y estabilizantes “unen” ingredientes para que no se separen en algunas mezclas. Los espesantes se encargan de retener el agua para dar mayor textura al alimento.

- E-5XX. Reguladores de acidez. Se encargan de regular la acidez de los alimentos.

- E-6XX. Potenciadores de sabor. Realzan el sabor (u olor) que tiene un alimento. A estos les tenemos manía. Les sonará el terrible glutamato (E-621), pues nada, con toda tranquilidad, el glutamato es seguro, lo que no es sano es la bolsa de patatas que se comen con ello (con y sin glutamato). Ahora le ponemos E-63X que son inosinatos o 5'-ribonucleótidos que son igual de seguros que el glutamato pero aún no los conocen.

- E-7XX y E-8XX. No hay autorizados. Son antibióticos y no hay antibióticos en nuestros alimentos.

- E-9XX. En este número se clasifican varios aditivos, entre ellos:

- los E-900-909. Ceras como la que se le pone a las manzanas, no, tampoco es tóxica.

- los E-95X, que son edulcorantes. Le dan al alimento un sabor dulce. Aquí tenemos desde la sacarina (E-954) o la Stevia (la de las hojas, no, que esa no se puede usar), que es el E-960, glucósidos de esteviol. Vamos, que la foto que ponen en la caja de la hoja verde es eso, una foto.

Un poco más de información nunca viene mal cuando le dais la vuelta al envase para mirar el etiquetado. Siempre que un ingrediente os suene raro pensad: “si el problema es el aditivo y no el producto… ¿estoy cogiendo el producto más sano?”