CONTACTO FÍSICO
Este término ya existía antes de la pandemia del coronavirus pero ahora está más de actualidad que nunca.
Tengo una amiga que, bien antes de la pandemia, cuando estaba embarazada evitaba agarrarse a las barras del metro. Y a los botones del ascensor les daba con una punta del dedo meñique.. No queremos imaginar qué hace en tiempos de pandemia de Covid-19. Su conducta de temor a bacterias y virus se habrá visto acrecentada, sin duda, pero hay otras que también se han acrecentado desde que vivimos esta especie de impasse. Como la del miedo a ser tocado o hafefobia, porque, ¿quién va dando hoy abrazos y besos por doquier?
Evidentemente, solo un descerebrado y no porque no los necesitemos, que los añoramos más que nunca, sino porque medidas sanitarias obligan a que corra el aire, la famosa distancia de seguridad, ¿te suena verdad? ¿No os pasa que estáis viendo una película en la que hay una celebración y pensáis en que están todos pegados y sin mascarilla?
La hafefobia, también denominada como quiraptofobia, afenfosfobia o tixofobia se refiere a un miedo persistente y excesivo a ser tocado y si no te suena debes saber que no es un término nuevo sino que por ejemplo, lo manifiestan muchas personas que han sido víctimas de algún tipo de abuso sexual.
Las personas que sufren esta fobia evitan cualquier tipo de situación social que suponga ser tocadas y, cuando no es posible, pueden sufrir trastornos de ansiedad y de angustia. Y es que la ansiedad es uno de los trastornos que más predomina en la hafefobia. Pero también hay una serie de trastornos físicos como temblores, sudoraciones, falta de aire, opresión en el pecho, molestias en el estómago, etc. Otros síntomas también son el miedo y los pensamientos irracionales, la taquicardia y la hiperventilación.
Si estas personas ya sufrían en, vamos a decir, la vieja normalidad, imaginad ahora que intentamos evitar al máximo tocar y que nadie nos toque. Y es que, al parecer, los profesionales parecen estar de acuerdo: aunque no es una fobia muy habitual, sí que parece que se ha multiplicado desde la pandemia.
¿Cómo saber si padeces esta fobia?
Eso sí, los psicólogos hacen una advertencia: para que se pueda considerar como una fobia “per se” y no un sentimiento lógico generado por la situación de pandemia, este cuadro de ansiedad y de miedo que se presenta después de que nos toque alguien debe darse durante más de seis meses y sobre todo, debe resultar incapacitante para la persona que lo siente. Por ejemplo, que deba reincorporarse al trabajo y no pueda, que tenga ataques de pánico si alguien le toca, etc.
En todo caso, las terapias ayudan bastante y este problema puede superarse a largo plazo si se cuenta con la ayuda adecuada para ello, así que si sientes que este puede ser tu caso y antes de que el problema sea incapacitante, pide ayuda a un profesional en la materia.