SALUD MENTAL

¿Sabes lo que es la ansiedad? Estrategias para superar un ataque

Un ataque de ansiedad es la respuesta de nuestro cuerpo ante una amenaza. Tener herramientas para gestionar estos momentos en los que entramos en pánico es muy importante y en este artículo te cuento cuáles son.

¿Sabes lo que es exactamente la ansiedad? Se trata de una respuesta de nuestro organismo ante una situación que interpretamos como amenazante. Al transmitirle a nuestro cerebro con nuestros pensamientos que estamos en peligro, todo nuestro organismo se pone en marcha para sobrevivir. Muchas veces este mecanismo se activa cuando la situación no es tan amenazante como una situación de vida o muerte debido a nuestros pensamientos catastróficos. Por ejemplo: si tenemos una reunión importante en el trabajo, podemos tener ansiedad por miedos que nos puedan surgir, sin embargo, no estamos ante una situación de vida o muerte. Aun así, la ansiedad nos puede estar transmitiendo información valiosa como que debemos prepararnos más la reunión o mejorar nuestras habilidades comunicativas.

Cómo aparecen los ataques de pánico

Es importante tener en cuenta que cuando se activa la ansiedad, también se activan síntomas físicos como taquicardia, sudoración, palpitaciones, sensación de que nos falta el aire… porque nuestro cuerpo está acumulando todos los recursos posibles para reaccionar rápidamente ante la supuesta amenaza. Si no utilizamos estos recursos (porque no estamos ante ningún peligro real), se van acumulando los síntomas físicos y nos pueden producir un gran malestar.

Cuando aparece la ansiedad debido a nuestros pensamientos catastróficos y negativos, aparecen también los síntomas físicos mencionados y si no sabemos que lo que nos está pasando es la propia ansiedad, podemos preocuparnos pensando que estamos perdiendo el control, que nos está dando un infarto o que nos vamos a morir. Cuando aparece este tipo de pensamiento mientras estamos teniendo ansiedad, se activa todavía más la ansiedad, es decir, los síntomas de la ansiedad se intensifican porque le estamos transmitiendo a nuestro cerebro que estamos ante una situación más peligrosa todavía. En definitiva, un ataque de ansiedad es un cúmulo de síntomas de ansiedad intensificados.

Qué hacer ante un ataque de pánico

Coloquialmente, lo llamamos "ataque de ansiedad", pero el nombre verdadero es "ataque de pánico", es decir, "ataque de ansiedad" no existe.

A continuación, se describen una serie de recomendaciones para actuar ante un ataque de pánico:

  • Escuchar nuestro cuerpo y ponerle nombre a lo que nos pasa: si somos conscientes de nuestros síntomas físicos, vamos a ser capaces de identificar perfectamente que lo que estamos sintiendo es un ataque de pánico y, por tanto, vamos a eliminar esos pensamientos negativos que intensifican el malestar como "me estoy muriendo" o "me está dando un ataque al corazón". Si le decimos a nuestra mente "no me está pasando nada peligroso, estos síntomas son de un ataque de pánico y se van solos al cabo de unos minutos" sentimos un alivio y una calma automática progresiva.
  • Validar nuestras emociones: es importante que no rechacemos aquello que nos preocupa, ya que todo lo que nos causa una emoción es importante. En esta línea no debemos decirnos a nosotros mismos que lo que nos pasa es "una tontería" o "no es importante". Si algo nos ha generado ansiedad, es fundamental que le prestemos ansiedad y analicemos qué es lo que nos preocupa de ese tema para buscar soluciones.
  • Ir a un lugar seguro: buscar un espacio en el que podamos sentir calma y tranquilidad es básico ante un ataque de pánico. Por ejemplo: si nos encontramos en una aglomeración de gente, localizar un espacio en el que podamos estar tranquilos, con más espacio y más tranquilidad. Tener en casa sitios donde sintamos ese confort también es importante, decorando nuestro espacio con fotos que nos transporten a lugares o recuerdos agradables o teniendo objetos alrededor que nos hagan sentir bien.
  • Utilizar técnicas de relajación: hacer terapia para tener técnicas de autorregulación emocional es básico. En terapia el psicólogo nos enseña a identificar nuestros puntos débiles, fuertes y los estímulos estresores que potencian la aparición de los ataques de pánico, así como herramientas y recursos para reaccionar ante esas situaciones. Por ejemplo: meditación, mindfulness, técnicas de relajación como la respiración diafragmática o la relajación muscular progresiva de Jacobson, la mentalización o la estimulación bilateral.
  • Buscar apoyo social si lo necesitamos: si estamos con personas a nuestro alrededor, podemos trasladarles lo que nos está sucediendo, buscando apoyo en ellos. Si tenemos confianza con estas personas mejor, ya que si no están familiarizados con el tema puede que se asusten incluso más que nosotros y sea contraproducente. En esta línea es importante que les transmitamos directamente en qué nos pueden ayudar, puesto que muchas personas, aunque quieran ayudarnos, no saben cómo hacerlo. Por ejemplo: decir "tráeme un vaso de agua, por favor" o "llévame a un lugar más tranquilo, por favor".

En conclusión, existen estrategias de actuación ante un ataque de pánico, pero lo más importante cuando aparece el ataque de pánico es ser consciente de que lo que nos pasa es esto y no otra cuestión peligrosa.