ADELGAZAR
El sueño es el gran aliado para mantener la línea. Dormir las horas necesarias puede quitarte las ganas de comer y ayudarte a seguir una dieta más saludable. Te contamos cómo dormir bien te hace perder peso.
Dormir un número determinado de horas es fundamental a la hora de mantenerse en forma. Hay estudios que defienden que el sueño es el gran amigo de la figura y la dieta, ya que existe una estrecha relación entre el descanso y la producción de hormonas que regulan el hambre y la saciedad.
El sueño, por lo tanto, juega un papel importante en la regulación del metabolismo, el mecanismo que permite que los alimentos ingeridos se transformen en energía y quemen calorías.
Según los expertos, para dejar de comer entre horas solo necesitamos dormir. Pero, ¿cuántas horas de sueño son necesarias para adelgazar de verdad? La respuesta ha sido investigada por diferentes grupos científicos a partir de la correlación que existe entre las horas que dormimos y nuestro peso corporal.
En líneas generales, la cantidad de sueño recomendada por los profesionales varía de 7 a 9 horas. De esta manera, nos aseguramos de que el cuerpo descansa adecuadamente y evitamos la acumulación de grasa corporal excesiva.
Sin embargo, la mayoría de las personas acaban durmiendo menos tiempo. Y este es uno de los grandes errores que cometemos al intentar bajar el número de la báscula. No basta con hacer ejercicio y seguir una dieta saludable. También hace falta dormir una media de 8 horas al día para mantener la línea.
Algunas de estas investigaciones han demostrado que dormir menos de las horas recomendadas afecta negativamente a nuestra grasa corporal, provocando aumento de peso y riesgo de obesidad. Por no hablar de que también puede dificultar la capacidad para perder peso si seguimos una dieta.
Otro dato revelador de estos estudios es que las personas que duermen 5 horas o menos durante la noche generalmente pesan más que las que duermen al menos 7 horas. Las primeros, concluyen los investigadores, tienen un 12% más de posibilidades de experimentar un aumento de peso y un 6% más de de tener problemas de obesidad.
La razón es sencilla. El sueño ayuda a equilibrar nuestro perfil hormonal, en particular las hormonas que controlan el hambre (grelina) y la saciedad (leptina). Cuando privamos al cuerpo de sueño, los niveles de grelina aumentan y los de leptina disminuyen, lo que se traduce en una mayor sensación de hambre.
Por su parte, dormir bien produce niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés que estimula el hambre y promueve los picos de azúcar en sangre. Azúcar que, si no se convierte en energía, pasa a ser grasa.
¿Y cómo consigo dormir del tirón?
Ok. Dormir entre 7 y 9 horas ayuda a adelgazar o a mantener la línea pero, ¿cómo lo consigo si tengo problemas para conciliar el sueño? Para mejorar la calidad de nuestro descanso, lo más efectivo es crear una rutina a la hora de acostarse y seguirla a rajatabla.
Por ejemplo, establece una temperatura ambiente de 20/21 º C en el dormitorio, evita tomar cafeína demasiado tarde, no consumas alimentos grasos ni alcohol antes de irte a dormir (los carbohidratos, sin embargo promueven la relajación, así que si quieres un sueño reparador, disfruta de un buen plato de pasta por la noche), haz yoga o estiramientos ligeros para liberar estrés (pero nunca después de cenar), pon un poco de lavanda en la almohada y, por favor, apaga todos los dispositivos electrónicos al menos media hora antes de acostarte.
La luz azul que emiten pantallas es un obstáculo para conciliar el sueño y el descanso. Además, sobreestimular el cerebro justo antes de ‘apagarlo’ impide que nos relajemos y dificulta la tarea de dormirnos.
El uso de las redes sociales en la cama merece un capítulo aparte. Cotillear los perfiles de los demás o atender demasiado al de uno mismo antes de apagar la luz, suele desencadenar un ciclo de pensamientos (casi siempre) negativos que dificultan el sueño tranquilo.