ESTOS SON LOS PASOS A SEGUIR
Las prendas de lino son una de las mejores opciones para ir fresco y a la moda. Son muy bonitas y cómodas de llevar, pero lo que no es tan cómodo es cuando se nos arrugan y tenemos que plancharlas. Este tejido requiere un cuidado especial y debemos saber cómo cuidar estas prendas.
Las prendas de lino están más de moda que nunca. Este verano se ha convertido en el tejido estrella para ir fresquitos y guapos. Y es que el lino es un material natural y elegante perfecto para cualquier ocasión, pero requiere un cuidado especial. Es bien sabido por todos que se arruga solo con mirarlo y que requiere un cuidado especial el cual hay que conocer para no dañar nuestros pantalones o blusas favoritas de lino. Por ello, es importante prestar atención a su lavado y cuidado para que las prendas se mantengan impecables por más tiempo. Te detallamos algunos consejos claves para este tejido.
Lo principal es que leas la etiqueta que contiene la prenda y así sabrás cómo hay que lavarla después de usarla. La mayoría de las prendas de lino pueden lavarse a máquina o a mano, pero algunas pueden requerir limpieza en seco.
SI tu prenda debe lavarse a mano, usa agua tibia y un detergente suave. Remoja la prenda durante unos minutos y después mójala bien. Por último, aclárala bien.
Si prefieres lavarlo con la lavadora, el programa indicado que debes escoger es uno delicado para no dañar las fibras. Usa agua fría o a 30º como máximo para evitar que la prenda encoja y no sobrecargues de ropa la lavadora. Para terminar, en el centrifugado, procura que no sea a más de 600 revoluciones.
Cuando saques la prenda fíjate en que no queden restos de jabón para que no salgan manchas.
Llega la hora de secar la prenda y no es recomendable que lo hagas en una secadora ya que podría encoger. En su lugar, sacúdela bien y cuélgala estirada para que se seque al aire y sin que le de directamente el sol para que no se destiña.
Cuando la prenda esté ligeramente seca, plánchala a una temperatura media alta según indique la etiqueta y dándole la vuelta para que no salgan brillos. Es recomendable que en este proceso estén ligeramente húmedas.
Para guardar las prendas, evita el plástico y utiliza solo fundas de tela de algodón o bien papel de seda.
Y para colgarlas, usa perchas que se ajusten a la forma de la prenda para evitar la aparición de arrugas.