Lo dice un estudio
Nuevos artículos publicados recientemente advierten sobre las consecuencias para la salud de dormir junto a un compañero que ronca.
Si alguna vez has estado completamente despierta en la cama mientras tu compañero ronca como una bocina y jadea como un animal a tu lado, nuestras más sinceras condolencias. Es una situación molesta e irritante, especialmente cuando los ronquidos te despiertan o no te permiten dormir, cuando todo lo que puedes hacer es mirar el reloj y pensar en las horas de descanso que estás perdiendo y lo cansada que estarás al día siguiente. Tienes todo el derecho del mundo a quejarte y, por supuesto, a enfadarte, porque unos estudios han demostrado que aguantar esta realidad no sólo es injusta sino una condición insalubre.
La ciencia está aquí, una vez más, para demostrar que nuestras quejas están justificadas. Una serie de artículos publicados recientemente confirman cuán duradero e intenso puede ser el daño de dormir junto a un roncador ruidoso. Según un reportaje del New York Post publicado originalmente por The Sun, los informes de la Asociación Británica de Apnea del Ronquido y el Sueño revelan que hasta 20 millones de británicos se ven privados del sueño por culpa de parejas que roncan. Por su parte, la aplicación Sleep Cycle afirma que el 52% de las mujeres estadounidenses se han despertado alguna vez por los ronquitos de su compañero. Hasta aquí pocas sorpresas.
Pero, lo más llamativo del artículo del Post es la mención a un estudio realizado en la Universidad de Queens, Canadá, que determina que cuatro de cada cuatro compañeros de personas que roncan mucho tienen signos de pérdida auditiva (es decir, todos ellos), y el oído más cercano al roncador era el más dañado.
Este reportaje también hace referencia a otro estudio realizado en 2015 por el Imperial College of Science en Londres, que analizó la relación entre los ruidos fuertes (como aquellas personas que vivían cerca de carreteras muy ruidosas) y la esperanza de vida. Este análisis demostró que la exposición prolongada al ruido había conducido a un pequeño aumento del riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular en pacientes de edad avanzada.
La cosa no acaba aquí. Un estudio aún más antiguo, de 2008, ya mostró en su momento que nuestra presión arterial puede elevarse tanto al dormir junto a un roncador como cuando escuchamos un avión que vuela bajo. La presión arterial alta es un factor de riesgo para la enfermedad cardíaca, el accidente cerebrovascular, la enfermedad renal, la demencia y otros trastornos para el cuerpo, con lo que queda evidenciado que los ronquidos pueden ser lo suficientemente impactantes como para que una pareja pueda robarnos años de vida.
Esto, por supuesto, sin mencionar el daño emocional (y el estrés consecuente) que puede generar dormir al lado de un roncador durante años. No importa cuánto quieras a tu pareja, es difícil no sentirse molesto y resentido cuando permaneces despierta cada noche a su lado, sabiendo que no pueden evitarlo, o no queriendo hacerlo.
Los roncadores, habitualmente, no son conscientes del daño que están causando. Conviene hacérselo saber y conseguir que acudan a un especialista, entre otras cosas, para descartar una apnea del sueño como posible problema. Esta condición puede ser peligrosa, pues la respiración del roncador se detiene mientras duerme. Una visita al médico y un buen diagnóstico puede salvar la salud de tu pareja y, si el tratamiento ayuda a aliviar o disminuir sus ronquidos, mejor para ti.