ESTRATEGIAS
Es lo más normal del mundo que los peques no cumplan a la primera la multitud de órdenes que les damos a lo largo del día, aunque es muy desgastante para los adultos.
Hay días que nos pasamos las horas intentando que nuestros hijos cumplan con determinadas tareas o deberes y la mayoría de las veces es una labor desgastante: tenemos que repetir las cosas muchas veces, antes de que hagan caso.
Es parte de nuestro trabajo de padres guiar, acompañar y fortalecer las habilidades que están adquiriendo nuestros hijos. Esto sucede tanto para nuestros hijos pequeños, como para los que ya son mayores.
Sin embargo, es importante reconocer que esta labor puede llegar a ser cansada, desgastante y hasta cierto punto desmotivadora: sentimos que es como si no nos escucharan, como si nuestra voz no la oyeran.
Ante esta situación, muchas veces nuestros hijos acaban haciéndonos caso porque hemos acabado gritando, amenazado o castigando si no cumplían con nuestra orden.
Estrategia para que los niños hagan caso
Cuando nuestros hijos pequeños no reaccionan como esperamos cada vez que damos una orden o indicación, podemos poner en práctica algunas estrategias para lograr una mejor cooperación por su parte:
A veces lanzamos el grito desde una habitación de enfrente y creemos que reaccionarán. Recordemos su edad y sus necesidades: tendremos que bajarnos a su altura, establecer contacto visual e intentar tener contacto físico.
En lugar de pasarnos todo el tiempo dando órdenes e indicando qué hacer en todo momento podemos probar a hacer preguntas.
Cuando generamos preguntas, además de transmitirles el sentido de capacidad a nuestros hijos, es esperable que su cerebro tienda a buscar la respuesta o solución a la pregunta planteada.
Por ejemplo, en lugar de "Luis, lávate los dientes", podemos preguntar "Luis, ¿te acuerdas qué hacemos cuando terminamos de comer?".
Cómo conseguir que mi adolescente me haga caso
Con nuestros adolescentes también resulta complejo lograr que cooperen y respondan de la forma en que esperamos cuando pedimos alguna cosa.
Por ello, es importante poner en práctica estas estrategias:
Para que la conexión y el sentido de pertenencia mejore con nuestro adolescente es importante que se sienta parte importante de la familia, que se sepa escuchado, que no se le critique, que se le tomen en cuenta sus opiniones e ideas…
De esta forma será mucho más probable que quiera cooperar con aquello que se le pida.
Esta sencilla estrategia es muy importante. Anticiparnos y hacerles saber lo que se espera de ellos marca una ruta firme y segura que les ayuda. De este modo, no surgen cambios inesperados o repentinos si no que establecemos previamente con anticipación los límites, normas o encargos en casa.
Transmitir el mensaje reforzando la confianza en que lograrán hacer aquella tarea o deber, es clave para que cooperen de una mejor forma y terminen confiando en ellos mismos, puesto que mamá y papá han confiado antes en ellos.
Aplicando estas estrategias, podremos ver cambios positivos en la forma de responder de nuestros hijos. Además de lograr una mejor cooperación por su parte, estaremos reforzando habilidades importantes para la vida y conectando con ellos, desde el respeto y la confianza.