TERAPIA HOLÍSTICA
Seguro que has visto carteles en los que se ve un dibujo de la planta del pie dividida por zonas de colores. Puede que incluso sepas que se trata del mapa que refleja los distintos órganos en la planta del pie. Pero, ¿sabes qué es y para qué sirve la reflexoterapia? En este artículo te lo explicamos.
La mayoría de la población confunde el concepto de "medicina tradicional" con el de "medicina alopática", es decir, aquella que utiliza fármacos para curar a los pacientes.
Si somos fieles a los conceptos, la medicina tradicional es aquella que nuestros antepasados practicaban, la relacionada con las hierbas, los ungüentos, las agujas y los masajes.
Actualmente, muchas de estas prácticas son tildadas de "pseudoterapias" porque no hay estudios científicos que puedan demostrar la eficacia de muchas de ellas. No obstante, cada vez prácticas ancestrales como la homeopatía, la acupuntura o el reiki.
En este artículo nos hemos propuesto arrojar un poco de luz sobre la reflexología -también conocido como la reflexoterapia- para que podamos tenerla en consideración cuando pensamos que puede ayudar a nuestro cuerpo y que el desconocimiento no suponga un peligro.
La reflexología es una disciplina que se basa en que los diferentes órganos del cuerpo están reflejados en la planta de los pies, las palmas de las manos y las orejas. La más conocida es la reflexología podal, pero en cabina se puede realizar cualquier tipo.
Un tratamiento de reflexoterapia consiste en ejercer puntos de presión en los pies, por ejemplo, para tratar de forma indirecta el órgano, la glándula o la parte específica del cuerpo que corresponde a esa zona reflejada.
Para su realización no se requiere de ninguna sustancia o herramienta más que las propias manos y la presión que sea capaz de ejercer, si bien se acostumbra a utilizar algo de aceite para poder masajear con más facilidad y fluidez.
El conjunto de patologías y enfermedades que puede tratar la reflexología es muy amplio, si bien es cierto que los estudios científicos realizados hasta ahora no son concluyentes en cuanto a su efectividad. Sin embargo, existen dos casos en los que la terapia que emplea la reflexología es claramente efectiva y muy positiva:
El origen de la reflexología no está claramente definido, ya que se han encontrado evidencias de técnicas similares en diferentes culturas antiguas en todo el mundo. Sin embargo, la reflexología moderna, tal como se conoce hoy en día, tiene influencias que provienen de Oriente, y más concretamente de la China, situándose de forma imprecisa su origen más de 5.000 años atrás.
Aunque por lo general se considera una terapia segura, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones antes de iniciar una sesión de reflexología.
1. Embarazo: Durante el embarazo, se recomienda evitar la reflexología en ciertos puntos específicos, ya que pueden estimular el útero y potencialmente desencadenar contracciones.
2. Lesiones o heridas: Si tienes heridas abiertas, quemaduras, fracturas o infecciones en tus pies, manos u orejas, se debe evitar la reflexología en esas áreas hasta que se hayan curado por completo.
3. Sensibilidad o alergias: Algunas personas pueden tener sensibilidad o alergias a ciertos aceites, lociones o cremas utilizadas durante la reflexología. Asegúrate de informar a tu terapeuta sobre cualquier alergia conocida antes del tratamiento.
4. Condición médica determinada: Si tienes alguna enfermedad grave, como cáncer, enfermedades cardíacas, enfermedades renales o trastornos de coagulación, así como una condición médica concreta, como puede ser neuropatía diabética, problemas circulatorios graves o trombosis venosa profunda, es mejor que consultes con tu médico antes de someterte a ningún tratamiento de reflexoterapia, dado que pueden existir contraindicación so riesgos específicos.