Ojo a si hay sangrados muy habituales

7 razones por las que podrías sangrar después del sexo

En su forma más básica, el sexo es un mero intercambio de fluidos corporales. Pero si hay un fluido que no quieres ver en las sábanas es la sangre. No pierdas la cabeza, el sangrado postcoital puede ser incómodo, pero no siempre es una razón para asustarse de inmediato.

A veces manchar un poco es normal, y si sólo te ha pasado en raras ocasiones, seguramente no haya de qué preocuparse. No obstante, si ver sangre es algo que empieza a ser habitual después del sexo, es hora de consultar a tu médico. La mayoría de las causas no son de vida o muerte, pero conviene eliminar todo tipo de dudas y tomar las precauciones necesarias.

1. Es por la píldora anticonceptiva

Una de las principales ventajas de los tratamientos de control de natalidad es su capacidad para regular el ciclo menstrual. Sin embargo, cualquier tipo de anticonceptivo hormonal puede producir un sangrado después del coito. Sobre todo si estás empezando a tomar una nueva píldora. El cuerpo suele tardar en adaptarse a estos medicamentos.

No obstante, algo más podría estar sucediendo, pues la anticoncepción hormonal puede causar una sequedad vaginal importante y, como resultado, un sangrado después del sexo. Si crees que esta puede ser la razón, tu ginecólogo te ayudará a encontrar mejores opciones.

2. Tienes una ETS

Las enfermedades de transmisión sexual se manifiestan de diferentes maneras, y ninguna de ellas divertida. El sangrado postcoital es a veces síntoma de una inflamación del cuello uterino causada por una infección. Un cuello del útero muy irritado puede llegar a sangrar con el roce. ETS como la clamidia o la gonorrea causan normalmente esta cervicitis. Lo malo es que son difíciles de detectar porque muchas mujeres no experimentan síntomas. Así que si descubres este tipo de sangrado anormal, conviene que busques tratamiento cuanto antes.

3. Puede que tengas un pólipo endometrial

Esto suena más feo de lo que en realidad es. Los pólipos son como lágrimas de tejido que se forman en el cuello del útero o dentro del mismo. Son benignos y pueden variar en tamaño, desde milímetros hasta centímetros. A veces estos bultitos se descuelgan hasta la vagina, ser golpeados durante las relaciones sexuales y sangrar debido a la cantidad de vasos sanguíneos que los alimentan. Los pólipos endometriales son más frecuentes en mujeres mayores de 40 años, pero nunca se sabe.

Sangre en las sábanas | iStock

4. Es culpa de la sequedad vaginal

Lo hemos dicho un montón de veces. Si durante el sexo tu vagina no está lo suficientemente húmeda, existe la posibilidad de que sangres debido a la fricción, pues la penetración puede desgarrar los tejidos vaginales más sensibles. Lo más normal es que sea una experiencia dolorosa y que tengas que la solución sea tan simple como recurrir a un buen lubricante. Pero asegúrate de hablar con tu médico antes del autodiagnóstico. Algunos productos de higiene femenina pueden emporar los síntomas y, a veces, la sequedad está relacionada con un problema subyacente, como su anticonceptivo hormonal.

5. Tienes vaginosis bacteriana o una infección por hongos

Estas dos enfermedades son más comunes de lo que piensas. Se sabe que tres de cada cuatro mujeres experimentarán al menos una de ellas a lo largo de su vida. Y tanto la vaginosis como los hongos causan inflamación e irritación en la vagina, lo que puede traducirse en sangrado. No es el síntoma más común, pero puede darse. Lo más habitual es experimentar un cambio de color (y de olor) en el flujo vaginal y tener molestias como un picor prolongado. Pero si el cuello uterino está infectado e inflamado, como apuntábamos arriba, puedes experimentar pequeñas pérdidas de sangre después del sexo debido al roce.

6. Es síntoma de un fibroide

Tu útero está formado por tejido glandular y muscular, y un fibroide es un crecimiento excesivo del segundo. Puede ser tan pequeño como un guisante o llegar a medir lo mismo que una mandarina. Sea como sea, más del 75% de las mujeres tienen fibromas en algún momento de su vida reproductiva, aunque la mayoría ni se dará cuenta. De hecho, si te lo diagnostican, no necesitarás ni tratamiento.

Eso sí, pueden surgir problemas si el fibroide crece demasiado. En caso de que eso suceda, es posible que tu médico quiera retirarlo con cirugía. Y es aquí, cuando están total o parcialmente dentro de la cavidad uterina y se llenan de sangre, cuando los movimientos sexuales pueden hacer que un fibroide desencadene un sangrado.

7. En el peor de los casos, podría ser cáncer cervical

El cáncer cervical es muy raro en mujeres que se realizan regularmente revisiones ginecológicas y las pruebas del virus del papiloma humano. Pero el sangrado derivado del sexo es el síntoma principal de este tipo de cáncer. Normalmente es un sangrado ligero e indoloro, provocado por la fricción ya que, dada la naturaleza vascular del cáncer cervical, el sexo puede irritar el tejido.

Si sangras de manera puntual, lo más seguro es que la razón sea alguna de las anteriores, pero si el sangrado anormal es continuo o persistente, informa a tu médico. Lo primero que hará será examinar tu cuello uterino y asegurarse de que has pasado todas las pruebas del VPH. Claro que da miedo. Pero es mejor jugar sobre seguro y dejar en manos de un profesional la posibilidad de descartar oficialmente esta opción.

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