PREPARATIVOS
Si este año estáis haciendo cuentas porque los precios están por las nubes, pero queréis marisco en Navidad y os preguntáis si es una buena opción comprar el que venden ultracongelado os lo respondo todo en el siguiente artículo.
Aún hay mucha gente que piensa que el marisco o el pescado ultracongelado es de peor calidad que el fresco. Incluso relacionamos el coste menor que el fresco con esa disminución de garantías o nutrientes. Nada más lejos de la realidad.
Al marisco (y pescado) ultracongelado le vamos a llamar el alimento de las "6S". Vamos a explicarlo bien:
Si vamos a comprar marisco ultracongelado, debemos fijarnos en la integridad del envase, que no esté roto y que no tenga escarcha (por favor, asegurémonos de que hemos cerrado correctamente la puerta de los arcones en el supermercado).
Siempre debe hacerse en la nevera, nunca a temperatura ambiente. En el caso de gambas, langostinos o cigalas en crudo, se puede descongelar sumergiéndolo en agua fría con un puñado de sal. Si se va a cocer, se puede hacer directamente desde congelado.
Nos sobran los motivos para que no limitemos nuestras compras al marisco fresco. A veces la industria alimentaria tiene recursos que podemos aprovechar facilitarnos la vida.
Es otra opción, pero es necesario conocer las diferencias de la ultracongelación (a -40ºC en poco tiempo), que es una congelación dinámica, que la que hacemos en casa, que es una congelación estática a -18ºC, que es la temperatura que tienen nuestros congeladores caseros.
Esta congelación se realiza desde la capa externa a la interna en más tiempo. Se forman cristales de hielo más grandes que en la ultracongelación y, en ocasiones, esto puede afectar a la textura.
Tampoco influye de forma importante a las características nutricionales, pero es mejor congelar de la forma más plana posible, en un congelador que no esté demasiado lleno y manteniendo limpio y sin escarcha.
No olvidemos que todo se puede congelar, pero no todo queda bien al descongelarlo. Por ejemplo, ostras o percebes es mejor no congelarlos en casa. Las gambas o langostinos quedan mejor si los congelamos ya cocidos, si lo hacemos en crudo, puede que la cabeza se oscurezca; no es malo, pero estéticamente no queda bien.
En el caso de los centollos o buey de mar, lo coceremos y congelaremos con las patas mirando hacia arriba para evitar que se pierda el caldo.