MINIMALISTO Y PRACTICIDAD

Quiero hacer limpieza en la cocina ¿Por dónde empiezo?

En la cocina solemos almacenar todo tipo de utensilios y electrodomésticos que quizá no les demos tanto uso como nos gustaría. Con el tiempo vamos acumulando cacharros inútiles que ocupan mucho espacio. Si quieres hacer limpieza de trastos, pero no sabes por dónde empezar en este artículo te damos unas pautas.

cocina con los utensilios a la vistaPexels

¿Tienes un montón de sartenes, cacerolas y ollas, pero en realidad solo utilizas un par? ¿Acumulas electrodomésticos de cocina y gadgets como si fueras un chef de alta cocina, pero lo único que hacen es acumular polvo en tu armario? ¿Cuando buscas un producto en la despensa te das cuenta de que la mitad de las cosas están caducadas y no te habías percatado?

Si estás recogiendo los cacharros del lavavajillas y al abrir el armario te das cuenta de que casi no tienes espacio para guardarlos, ha llegado el momento de poner patas arriba la cocina y hacer limpieza.

Sin embargo, esta tarea se te hace un mundo y no sabes por dónde empezar. En NovaMás queremos ayudarte a quitarte este peso de la carga mental y te damos algunas pautas en este artículo para que te resulte más fácil.

Piezas deterioradas, viejas y desgastadas

Saca toda la batería, la vajilla y la cristalería y analízala con detenimiento. Es más que probable que tengas alguna tapa deformada, una sartén rallada y que le falte alguna asa a una de tus ollas. ¡No la guardes más! No merece la pena porque sabes que cuando necesites un recipiente de esas características elegirás antes otro que no esté deteriorado.

Pasa lo mismo con los platos, los vasos, las tazas y los boles. Si están descascarillados, tienen una grieta o algún otro desperfecto, no merece la pena que lo guardes. Dedica el espacio de almacenaje que dispone tu cocina para aquellas piezas que estén en perfecto estado.

Nada repetido: con uno es suficiente

Repasa la cantidad de espumaderas, escurrideras, ensaladeras, abrelatas, sacacorchos y otros pequeños utensilios. ¿Realmente necesitas tantos? Quédate con aquellos que funcionen bien, estén como el primer día y que prefieras.

Cuando abres el cajón de los cubiertos esperas encontrar ese cuchillo predilecto o esa cuchara de silicona ideal para remover la salsa en la cazuela. Plantéate cuántos tienes y si les da usos porque es más que probable que siempre utilices los mismos.

Si nunca lo has usado, ¡tíralo!

Entraste en un bazar y te enamoraste de ese gadget para hacer espaguetis de verduras.

Pensaste que la panificadora sería esencial en tu vida cuando decidiste que la masa madre era tu mejor amiga.

Comprar esa yogurtera te pareció una inversión estupenda para consumir más lácteos caseros en tu día a día.

Pero no usas nada. No le sacas provecho a esos electrodomésticos que solo ocupan espacio en tu armario y acumulan polvo. ¡Deshazte de ellos!

Puedes regalarlos, intentar venderlos o donarlos. No pienses que es tirar el dinero, eso ya lo hiciste cuando los compraste sin necesitarlos. Plantéatelo como una inversión para conseguir más espacio que, además, te facilitará la vida cada día en tu cocina.

Haz hueco en tu despensa: ¡lo caducado fuera!

No necesitas ese bote de conserva que hace años venía en el lote de navidad, ni esa caja de galletas que hace un par de cumpleaños te regalaron en el supermercado. No has encontrado el momento de consumirlo y es muy probable que nunca llegue.

Revisa también las fechas de caducidad porque a veces hacemos acopio de conservas "por lo que pueda pasar" y lo que ocurre es que lo único que se pasa es su fecha de consumo preferente.