Tómalos sin sentirte mal
¿Misión imposible? Pues no, no es imposible, en el supermercado podemos encontrar alimentos fáciles de consumir, es decir, no necesitan cocinado o preparación o muy poca y serán un gran recurso si quieres algo para tomar y no dispones de tu cocina.
Y lo más importante, son saludables, para seguir cuidando tu dieta aunque no hayas podido planificar tu comida o te haya asaltado el hambre.
Normalmente suelo hablar de aquello que recomiendo no consumir, y todos aquellos productos dietéticos que abundan en los supermercados que no son tan saludables como piensas. Con todo esto, se suele pecar de alertar demasiado y dar pocas soluciones. Hoy vengo a ello.
Suele ocurrir a media mañana o la hora del almuerzo, en esas mañanas de trabajo que parecen eternas, que aparece ese apetito y decaimiento, que ni con el segundo café se aplaca. Y resulta que tu desayuno ha sido más bien escaso o nulo por las prisas. No pasa nada por no desayunar a primera hora, siempre y cuando, cuando aparece el hambre y te dispones a romper el ayuno, consumas buenos alimentos, igualmente si ya has tomado algo de desayuno.
Evita comer cualquier cosa de una máquina o simplemente otro café y tostada "porque es lo único que hay en mi cafetería", o elegir algo de dulce o bollería de la misma. Acércate al supermercado más cercano, que te propongo varias opciones:
Opciones saludables para un snack rápido y ligero serían ante todo, cualquier fruta te que te apetezca del supermercado. Has leído bien, cualquier fruta, ninguna está excluida aunque trates de perder peso. Por tanto, el plátano es un gran aliado como snacks, puedes tomar uno o dos (¿o acaso no tomas dos donuts si vienen en un paquete?). Puedes elegir cualquier fruta de temporada, la manzana siempre será un recuerdo muy cómodo y apetecible, pero también alguna tarrina de fresas u otros frutos rojos, uvas y otras frutas del momento.
Para completar esa pieza de fruta, puedes ir al pasillo de frutos secos y elegir aquellos no fritos y mejor sin sal, toma una ración y guarda el resto de la bolsa en tu cajón de la oficina para el día siguiente.
Si te apetece algo salado, aunque son más saludables las preparaciones caseras, puedes elegir una tarrinita de hummus o guacamole y tomarlos con pepinos pequeños o pepinillos, zanahorias enteras o cortadas en palitos, y para rematar unos tomatitos cherry.
La primera vez que lo vi no entendí qué sentido tenía vender eso, pero, ahora comprendo que pueden ser un recurso excelente para ese snack rápido que buscamos o para completar una comida rápida, huevos duros, que ya se venden así en el supermercado. Simplemente los pelas y los comes, uno, dos o incluso tres, dependiendo de tu caso.
Si lo que buscas es una comida más abundante, como solemos hacer la comida central del día, puedes elegir del supermercado un gazpacho envasado y completar con un par de huevos duros de los mencionados y/o un poco de jamón serrano. También, purés de verduras a los que puedes añadir huevos o frutos secos, bolsas de ensaladas, en las que añadiendo hummus, queso o cualquier lata de pescado en conserva y unas semillas quedarán como un plato estupendo.
En todas estas opciones acompaña de una pieza de fruta.
Como ves, no hay excusa, tenemos cada vez más recursos saludables que no requieren de preparación, ¡pruébalos!