CONSEJO
Si estás preparando las maletas para irte de vacaciones o tienes la bolsa de la playa lista para el fin de semana, no te olvides de comprobar que llevas protector solar. Lo más probable es que tengas algún bote a medias del verano anterior, pero quizá no sea la mejor opción.
Lo más normal es que, de un verano a otro, si ha sobrado protector solar, este se guarde y se reserve para el siguiente año. Cuando se preparan las maletas para el verano, estas están en la bolsa y no suele haber duda, se cogen y se vuelven a utilizar como si no hubiera pasado el tiempo. Pero esta simple acción, aparentemente inocente, puede no ser la mejor.
Como les pasa a muchos productos de cosmética e higiene, los protectores solares también tienen fecha de caducidad. Esto significa que, a pesar de que la apariencia sea buena, y su color y su textura luzcan normales, suefectividad de reduce notablemente.
Esta pérdida de efectividad puede hacer que se sufran quemaduras por el sol, que a su vez puede desembocar en cáncer de piel. Por eso es necesario que, en caso de reutilizar las cremas solares de un año al otro, se compruebe la caducidad.
Para poder hacer esta comprobación, es útil saber que la fecha de caducidad no está especificada de la misma forma que en los alimentos. En estos casos no se trata de una fecha concreta, sino que se muestra un periodo en el que funciona correctamente desde que se abre. Dicha fecha se sitúa indicada dentro de un recipiente con una “M” en su interior y significa el número de meses que se mantiene funcional.
En algunos protectores, no sale ningún número dentro del recipiente, lo que significa que aguanta más de 24 meses funcionando correctamente. En este caso sí se puede reutilizar en dos veranos consecutivos sin ningún problema.