VETERINARIA
Hay muchos motivos por los cuales los gatos pueden vomitar y algunos de ellos son de extrema gravedad.
Normalmente hablamos sobre los perros y sus problemas más habituales y es que los gatos dan pocos quebraderos de cabeza a sus dueños.
Los mininos son tranquilos y fáciles de tener en casa, una vez que aprendemos a cómo tratarles y proporcionarles aquello que necesitan. El no tener que sacarles a pasear, poder adaptarse a viviendas de todo tipo y no depender tanto del dueño les hace cada vez una mascota más popular.
Sin embargo, muchos propietarios tienden a extrapolar los conocimientos populares que se tienen sobre perros a su nuevo amigo felino y eso es un grave error.
En el caso de los vómitos de los gatos, nada tienen que ver con los motivos por los que vomitan los perros y es indispensable conocer las causas que provoca este efecto en los mininos.
Causas por las que vomitan los gatos
En internet hay numerosos artículos que informan de esta situación como un problema de bolas de pelo y por lo tanto habitual y normal. No es tan sencilla la cosa y por lo tanto debemos saber cómo actuar y si tenemos que acudir al veterinario.
Bolas de pelo
Sin lugar a duda esta es la causa más frecuente de los vómitos esporádicos en gatos. Dados sus hábitos diarios de higiene mediante a lamido, ingieren gran cantidad de pelo muerto.
En primavera y otoño y aún más acusado en razas de pelo largo, esa ingesta puede ser realmente abundante y formarse en el estómago lo que se llaman tricobezoares o bolas de pelo.
Muchos gatos tienen acceso a hierba gatera y consiguen eliminar fácilmente esas bolas ya sean por vómito o por las heces. Es muy característico porque suele ser un vómito seco que contiene únicamente pelo en forma alargada y compacta.
Los gatos que no tienen acceso a esa hierba necesitan pasta de malta, que en razas de pelo largo debería darse de forma rutinaria una vez a la semana y si estamos en temporada de cambio de pelaje, cada 48 h.
Problemas renales
Es la segunda causa más frecuente de vómitos en gatos. En este caso suelen ser vómitos de babas o levemente amarillentos, sin comida la mayor parte de las veces.
Previos a los vómitos solemos ver el pelo del gato algo más apelmazado y abierto y a nuestro minino menos activo y adelgazando.
Aunque suelen padecerlo los gatos ya mayores, algunas razas como los persas están más predispuestas a estos problemas y pueden tener un fallo renal en edades tempranas, por lo que no debemos ignorarlo.
Intolerancias digestivas
Cada vez es más frecuente que las mascotas sufran de intolerancias y alergias digestivas. Por desgracia en los gatos esta dolencia esta infradiagnosticada ya que muchos dueños achacan los síntomas a las famosas bolas de pelo.
No todos los piensos son iguales ni todos los gatos necesitan la misma alimentación. Cuando nuestro minino vomita con cierta frecuencia debemos acudir a la clínica para que nos localicen el porqué del problema y así darle la dieta que más le conviene
Cuerpos extraños
Aunque los reyes en cuanto a los cuerpos extraños digestivos son los perros, no podemos dejar fuera a esos lindos gatitos que juegan con ovillos de lana o que salen a dar una vuelta en zonas de playa o rio.
Mas de una vez nos tenemos que enfrentar a una urgencia en la que el felino ha decidido dar buena cuenta de los restos del anzuelo y sin querer tenia enganchado el hilo de nylon o jugando con el ovillo, parte de las hebras han acabado en el estómago.
Este tipo de objetos producen el fruncido de las asas intestinales y puede ser mortal para nuestra mascota, por lo que es muy importante diagnosticarlo a tiempo.
Otros gatitos son cazadores natos y deciden almorzar un pajarillo o un gazapo, quedándose algún huesecillo atascado y produciéndose igualmente un cuadro de vómitos que debemos solucionar.
Problemas hepáticos, pancreáticos o cálculos
Muchos gatitos pasan en su vida por este tipo de procesos, que son dolorosos y cuya sintomatología principal es la anorexia y los vómitos.
Suele ser más frecuente en gatos con sobrepeso, pero no es una norma por lo que se necesita una revisión completa con análisis sanguíneo para ver si estamos en esta situación y si será necesaria la hospitalización para revertir la enfermedad.
Cáncer
Por desgracia, ni nuestras mascotas se libran de esta dura enfermedad. Los linfomas digestivos, entre otros, son relativamente frecuentes en la clínica felina y comienza con síntomas tan inespecíficos como el adelgazamiento y algún vómito aislado.
Para intentar encontrar la terapia más acertada y la mayor esperanza de vida posible, es muy importante diagnosticarlo en las primeras fases de la enfermedad, por lo que debemos estar atentos a esos primeros síntomas.
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