LA IMPORTANCIA DE LA LUZ SOLAR

¿Qué es el sundowning? La agitación al anochecer que afecta a bebés y ancianos

El Síndrome del ocaso, también conocido como sundowning es la agitación que sienten las personas cuando se pone el sol. Es más común entre bebés y ancianos y supone una alteración de las actividades metabólicas en nuestro cuerpo. En este artículo te damos más información sobre este síndrome para que no te resulte desconocido.

Una pareja de ancianos pasea durante un atardeceriStock

Todos los mamíferos tienen un reloj interno, conocido como biológico o circadiano, que regula muchas de las funciones del organismo -y determina las actividades metabólicas- en función de algunas circunstancias externas como, por ejemplo, la luz solar.

Las personas no somos una excepción. La comunidad científica ha realizado muchos estudios sobre la influencia de la luz en el cuerpo humano. De hecho, está comprobado que durante los meses de otoño e invierno, cuando se pone antes el sol, es más habitual que tengamos episodios de ansiedad, tristeza o irritabilidad.

En este artículo de NovaMás queremos explicarte con detalle en qué consiste el sundowning -también conocido como el síndrome del ocaso o del empeoramiento vespertino-, qué personas son más propensas a padecerlo y qué podemos hacer para evitarlo y tratarlo.

¿En qué consiste el sundowning?

El síndrome de empeoramiento vespertino no es una enfermedad, es un conjunto de síntomas que ocurren en un periodo específico del día. Se inicia cuando la luz solar comienza a desaparecer en el firmamento y se puede alargar hasta alguna hora entrada la noche.

El organismo de las personas que lo padecen sufren una alteración cognitiva de su reloj biológico interior, lo que les hace perder la noción del tiempo y, por tanto, no distinguir la hora de dormir o de despertarse.

Los pacientes que lo padecen entran en un estado de confusión y desorientación temporal que puede provocar actitudes inusuales como miedo, agitación, ansiedad, alucinaciones e incluso comportamientos agresivos.

Bebés y ancianos, los mayores afectados

Los bebés de pocos meses son especialmente sensibles al anochecer. En el mundo de la puericultura, al ocaso se le conoce como "la hora bruja", ese momento en que el bebé está más agitado, ansioso, cansado y le cuesta dormir. Muchos especialistas aconsejan que el anochecer coincida con la hora del baño, de este modo el bebé se relaja y le afecta menos.

Los ancianos también son un segmento de la población propenso a sufrir el síndrome del ocaso, especialmente aquellos que padecen algún deterioro de las funciones cognitivas. Muchas personas mayores con demencia tienen una especial sensibilidad a la falta de luz porque no saben interpretar los avisos que su organismo le da de forma natural una vez que su reloj biológico entiende que se hace de noche.

Las personas con depresión estacional -una enfermedad que surge en otoño y en invierno por la menor concentración de horas solares y que conlleva sentimientos de tristeza, ansiedad o irritabilidad- también tienden a sufrir este síndrome.

Cómo prevenir y tratar los efectos del sundowning

Algunas investigaciones sugieren una serie de pautas para prevenir los efectos del síndrome del ocaso. Algunas de ellas son:

  • Planificar actividades al aire libre bajo la luz solar durante el día
  • Practicar deporte durante la tarde
  • Seguir una dieta saludable con suficiente hidratación
  • Limitar las siestas durante el día, el consumo de cafeína y de azúcar
  • Tener una rutina predecible para irse a la cama: reducir el ruido de fondo, las actividades estimulantes y la exposición a pantallas, entre otros.
  • Dormir con una luz encendida para reducir la agitación que se produce cuando el entorno está oscuro o es desconocido
  • Reproducir música tranquila o ruidos relajantes durante la noche

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