¿Qué pasaría si las empresas premiaran a sus empleados por hacer deporte?

Los principales argumentos de las personas que no practican deporte están relacionados con la falta de tiempo y la falta de interés, según la encuesta de hábitos deportivos en España realizada en 2022 por el Ministerio de Cultura y Deporte.

Ponemos de excusa el tiempo, pese a que tan solo necesitaríamos 30 minutos al día para poder realizar entrenamientos completos y efectivos. Es probable que la pereza y la falta de motivación tengan un mayor peso real en esa estadística, y eso es algo que las empresas podrían cambiar.

Desde la Carta Europea del Deporte se anima a los Gobiernos a fomentar el ejercicio físico en los lugares de trabajo. Las políticas deberían fomentarlo y ahorrarían, a medio y largo plazo, un porcentaje relevante del presupuesto destinado a la Seguridad Social. Pero las arcas del Estado no serían las únicas beneficiadas, las propias compañías privadas pueden obtener grandes beneficios con pequeñas acciones.

Ventajas de incentivar el deporte para la empresa

Está ampliamente demostrado que una vida activa reduce considerablemente la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer o hipertensión, entre otras muchas patologías. Además, una musculatura fuerte previene algunos de los dolores y las molestias más frecuentes, como los de espalda o las hernias.

Todo ello es el origen de un buen número de bajas, un elevado gasto de horas médicas, una caída de la productividad y un ambiente de trabajo alicaído.

Con pequeños gestos a favor del deporte, las empresas consiguen mejorar sus estadísticas y reducen además la rotación de personal.

¿Qué puede hacer la empresa para mejorar la salud de los trabajadores?

Lo ideal sería una inversión directa, en forma de gratificación en función de las horas que se practica deporte, como se lleva a cabo con evidente éxito en países como Japón o Suecia.

Sin embargo, existen pequeños gestos que pueden resultar efectivos con un gasto mínimo:

• Acceso a instalaciones deportivas: Un gimnasio en las propias instalaciones o un convenio con alguna instalación cercana para ofrecer el acceso más económico a sus empleados.
• Control periódico voluntario de la composición corporal: El porcentaje de grasa o la relación cintura-cadera (ICC) nos da a conocer si estamos en rangos cardiovascularmente saludables. Nos aportan una información mucho más valiosa y más certera que el peso o el IMC, sobre los que no podemos ejercer tanto control.
• Mayor flexibilidad horaria: La posibilidad de interrumpir momentáneamente la jornada para entrenar y compensar el tiempo por otro lado, por ejemplo.
• Teletrabajo: Esta modalidad elimina los tiempos de desplazamiento, que pueden ser utilizados para la práctica deportiva.

Ventajas de incentivar el deporte para los trabajadores

Las ventajas para los trabajadores son innumerables, como todos los beneficios comentados anteriormente con respecto a la prevención de enfermedades y lesiones. Además, el ejercicio físico fortalece el sistema inmune, reduciendo la posibilidad de padecer resfriados o gripes, y de recuperarse lo más rápido posible en el caso de cogerlo.

Además, sentirse a gusto en una empresa que se preocupa por la salud de sus trabajadores mejora nuestro estado de ánimo, reduce el riesgo de padecer síndrome de Burnout o depresión. Más aún, si eso incluye beneficios como el teletrabajo, que además de concedernos tiempo para practicar más ejercicio físico, nos permite pasar más tiempo con la familia.

¿Cuántos años más podríamos vivir?

La esperanza de vida en la Unión Europea es de 80 años, mientras que en España es de 83. Tenemos una esperanza de vida por encima de la media en Europa y seríamos capaces de mejorar esas cifras.

Únicamente un 52% de los españoles practica ejercicio físico al menos un día a la semana, según la encuesta de hábitos deportivos de 2022. Pero, según un estudio de la revista PLOS Medicine, tener una vida activa puede aumentar la esperanza de vida en 7 años. Llegar a los 90 años con buena salud está a nuestro alcance.