URGENCIAS PEDIÁTRICAS
Que los niños coman pescado es muy saludable, pero las espinas pueden provocarles un disgusto cuando se tragan por accidente y quedan pinchadas en alguna parte de la garganta o del tubo digestivo
El pescado es un alimento muy completo para los niños ya que a parte de contener proteínas de un alto valor biológico contiene grasas esenciales para su neurodesarrollo (como el omega 3). Si un niño se traga una espina de pescado de forma accidental, habitualmente no supone una urgencia vital o grave, pero sí una molestia y un agobio importante tanto para el niño como para su familia.
En este artículo os cuento cómo actuar en estos casos y cómo prevenir esta situación.
Normalmente los síntomas son claros y suelen suceder mientras el niño está comiendo pescado. Cuando la espina se clava en alguna parte de la faringe (parte posterior de la garganta) se produce un dolor intenso que se acompaña de dificultad para tragar y sensación de tener algo extraño dentro de la garganta.
En ocasiones se produce babeo por la dificultad para tragar la propia saliva. Los niños más mayores, pueden ayudar a localizar donde está clavada la espina al poder señalar dónde les duele. Esto puede agobiar mucho al niño, que empezará a ponerse nervioso. No obstante, es importante mantener la calma y transmitirles que el problema se va a solucionar.
En primer lugar, se debe mantener la calma y transmitir tranquilidad al niño.
Una vez extraída la espina, las molestias pueden persistir durante unas horas debido a la herida que se ha producido en la faringe. Durante este tiempo se deben ofrecer alimentos líquidos o blandos de fácil masticación para que no aumenten las molestias (yogures, leche, purés, miga de pan, plátano…). Si las molestias persisten más allá de las 24 horas se debe reconsultar con el médico para descartar infecciones o abscesos.
Siempre se debe prestar atención en retirar las escamas y espinas del pescado y enseñar a los niños a hacerlo ellos mismos cuando estén capacitados.
Para facilitar la tarea, existen preparados congelados limpios de piel y espinas como son los filetes o los medallones.
En el caso de niños muy pequeños, se puede ofrecer el pescado triturado en purés o con forma de albóndigas, hamburguesas o varitas.
Elegir pescados fáciles de limpiar con una espina central grande que se puede retirar fácilmente como el salmón, la merluza, el lenguado o la lubina.