COMPORTAMIENTO COMPULSIVO
Ir de compras produce mucha satisfacción, pero si esta alegría se vuelve compulsiva puede afectar negativamente la vida diaria y derivar en un problema de salud mental importante.
Está demostrado que comprar algo que nos apetece nos da una sensación de placer y bienestar que responde a mecanismos psicológicos y neuroquímicos, libera dopamina y nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo. Seguro que más de una vez has aplicado esa máxima de me lo compro porque me lo merezco para compensar alguna emoción negativa, llenar algún vacío emocional o como recompensa por algo bien hecho.
Ahora bien, cuando la búsqueda de placer a través de las compras se convierte en algo recurrente y compulsivo, puede ser peligroso y derivar en oniomanía. Este es un problema de salud mental que perjudica la vida de la persona que lo padece y puede tener consecuencias muy negativas en su economía familiar. En este artículo, detallaremos qué es esta patología y cómo detectar si una persona la padece.
La oniomanía es el comportamiento de comprar compulsivamente y en el que la persona no es consciente de que sus acciones pueden perjudicar su vida negativamente.
La palabra oniomanía procede el latín: onios, que significa algo que se vende, y mania, que significa impulso obsesivo. El Colegio Oficial de Psicología de la Comunidad Valenciana (COPCV) recoge declaraciones de la psicóloga Consuelo Tomás, directora del Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no Tóxicas, en las cuales explica que este término lo crearon los psiquiatras Emil Kraepelin y Eugen Bleuler a principios del siglo XX.
"Son consumos no planificados", precisa la psicóloga, de objetos que no se necesitan ni son útiles y las personas que lo sufren gastan más de lo debido, hecho que puede "dar lugar a endeudamientos y, en algunos casos, la ruina no solo en el ámbito económico". Es decir, puede afectar las relaciones familiares y de amistad, en el trabajo y en la salud.
Tomás cuenta que las personas oniomaníacas compran para sentirse bien, pero después vienen momentos "de arrepentimiento, culpabilidad o vergüenza" que revierten comprando más.
La experta, en declaraciones al COPCV, advierte que es un tratamiento complicado porque no tiene el mismo impacto en todas las personas y las causas pueden ser muy variadas: "puede haber falta de autoestima, estilos de vida poco o nada satisfactorios, conflictos, aburrimiento, ansiedad o depresión". Por eso, cada paciente requiere de un tratamiento personalizado.
Por lo general, la terapia enseña a las personas a ponerse límites, a controlar el impulso y a encontrar otras actividades que le gusten. "Es un reaprendizaje, ya que va a tener que seguir comprando", como por ejemplo, productos de primera necesidad en el supermercado.
Un estudio que el Hospital de Bellvitge publicó hace unos años, concluyó que un 7% de españoles sufre esta patología y que la mayoría de estos, 8 de cada 10, son mujeres.
Para tratar de identificar a alguien que sufre oniomanía, hay una serie de indicadores, tal y como cuenta la experta. Entre estos están:
Ante cualquiera de estas señales, es imprescindible pedir ayuda profesional cuanto antes.