CUESTIONES VITALES
Las picaduras de orugas pueden resultar mortales para nuestros perros si no actuamos a tiempo. Te contamos qué tienes que hacer para evitar complicaciones y poner a salvo a tu mascota.
La llegada de la primavera supone el comienzo del buen tiempo, y con él también se inicia una temporada de riesgo para nuestros amigos peludos, pues las orugas caen de los árboles, sobre todo en las zonas más rurales.
Las orugas procesionarias son las más conocidas en estas temporadas y pueden llegar a resultar mortales para nuestros perros. Cuentan con unos pelos que al contacto con otra superficie desprenden sustancias tóxicas que provocan picor. Las partes más sensibles al contacto de una oruga en un perro son la boca, el hocico, las almohadillas de las patas y los ojos. Pero, ¿qué puede ocurrir exactamente?
Entre las consecuencias más habituales que le suceden a un perro cuando se intoxica por la picadura de una oruga, se encuentra la dermatitis, problemas de estómago, conjuntivitis e incluso inflamación de garganta, lo que hace que le cueste respirar y pueda llegar a asfixiarse.
Para evitar que nuestros perros puedan entrar en contacto con las orugas, es recomendable no pasear por zonas muy rurales
Aunque uno de los consejos para evitar que tu perro pueda toparse con una oruga es no pasear por sitios que cuenten con mucha vegetación o por donde sospeches que puedan encontrarse, esto no garantiza completamente que pueda ocurrir. Por eso, si tu perro ha entrado en contacto con alguna oruga, en el vídeo puedes ver qué hacer al respecto. En primer lugar te aconsejamos que acudas inmediatamente a tu veterinario, no obstante, antes puedes aplicar estos remedios para calmar al animal.
Lavar las zonas afectadas
Si nuestro perro se ha topado con una oruga, empezará a sentir molestias y picores. En tal caso, lavaremos con abundante agua templada o caliente la zona afectada. El agua caliente desactiva la toxina, por lo que resulta un buen remedio para eliminar cualquier rastro que haya podido dejar la oruga. Si no sabemos de qué zona en concreto se trata, lava a tu mascota al completo.
No frotar
Nunca frotes la zona afectada. Al frotar, puedes irritar más la zona y se romperán los pelos de la oruga, que liberará más toxina. Además, recuerda utilizar siempre guantes si sospechas de que el motivo de sus molestias se deban a la picadura de una oruga. De esta forma te protegerás tu también de la toxina que desprendes y no extenderás más la sustancia por la piel de tu mascota.
Utiliza siempre guantes si sospechas de que a tu perro le haya podido picar una oruga, ya que la sustancia tóxica que desprenden puede estar en varias partes de tu perro
Evitar que se lama o se rasque la zona
No permitas a tu mascota lamerse o rascarse la zona afectada, ya que puede tragarse algún pelo. En cualquier caso, y como hemos dicho anteriormente acude inmediatamente al veterinario para que pueda evaluar la situación y el estado del animal y le pueda poner en tratamiento.
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