SALUD DENTAL
La mordida cruzada es una forma de maloclusión dental en la que los dientes inferiores se sitúan por fuera de los superiores cuando se cierra la boca. Este problema puede ser más frecuente de lo que imaginamos y tiene distintas causas y consecuencias. En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la mordida cruzada, sus tipos, causas y tratamientos disponibles.
Imagina que al morder tus alimentos, tus dientes no encajan correctamente. Esto no solo afecta la estética de tu sonrisa, sino también puede tener repercusiones en tu salud oral y general. La mordida cruzada es una condición que muchas personas experimentan y que, si no se trata a tiempo, puede derivar en complicaciones mayores.
Como explica Dentaly.org, la mordida cruzada se clasifica en varios tipos según diferentes criterios:
1. Por localización
2. Por hemisferio
3. Por origen
Las causas pueden ser variadas y suelen incluir factores genéticos, ambientales y funcionales. Algunas de las más comunes son:
No tratar una mordida cruzada puede llevar a varios problemas. Según cuenta en su blog el centro especializado Bordon Clinic, por un lado, afecta la apariencia de la sonrisa y puede hacer que los dientes se vean torcidos. Peor aún son los problemas funcionales, como las dificultades para masticar y hablar, lo que puede llevar a problemas digestivos y de pronunciación. Por otro lado, también está el desgaste dental, que puede causar desgaste irregular de los dientes, leading a fracturas. Y los problemas periodontales, que afecta la salud de las encías y del hueso que sostiene los dientes, lo que puede llevar a enfermedades periodontales.
Los centros anteriormente mencionados coinciden en afirmar que el tratamiento puede variar según el tipo y la severidad de la mordida cruzada. A algunos pacientes se les recomienda la ortodoncia, es decir, el uso de brackets y alineadores transparentes como Invisalign, que son comunes para corregir la posición de los dientes. También existen los expansores palatinos, usados para ensanchar el maxilar superior, especialmente efectivos en niños y adolescentes. Por último, la cirugía ortognática, empleada en casos severos o esqueléticos, puede ser necesaria una cirugía para corregir la posición de los huesos maxilares.