CUERPO SANO
Es importante conocer nuestro cuerpo para poder mantenerlo sano y en pleno funcionamiento. Uno de los valores a tener en cuenta es el metabolismo basal, pieza clave para que las funciones vitales trabajen correctamente.
Según la definición del diccionario de la RAE, metabolismo es el "conjunto de reacciones químicas que efectúan las células de los seres vivos con el fin de sintetizar o degradar sustancias". Con este proceso, nuestro cuerpo obtiene la materia y la energía para funcionar correctamente y permite, entre otras cosas, que los músculos se puedan mover y que la temperatura corporal se mantenga constante.
Uno de los tipos de metabolismo es el metabolismo basal.
El metabolismo basal es el gasto de energía que necesita nuestro cuerpo para mantener en funcionamiento las funciones vitales estando en reposo y en ayuno durante 12 horas. ¿Cuáles son algunas de estas funciones? Pues unas tan básicas y esenciales como respirar y bombear la sangre. Esto quiere decir que el cuerpo está quemando calorías las 24 horas del día, ya sea si estás haciendo ejercicio o sentado en el sofá.
También conocido como tasa metabólica basal, representa entre el 50% y 70% del gasto de energía total.
Hay cuatro factores principales que influyen en el metabolismo basal: edad, sexo, peso y alimentación.
- Edad. Cuanto más mayores nos vamos haciendo, más se va ralentizando el metabolismo basal. Por eso, es importante hacer controles para evitar ganar peso en exceso y adaptar los hábitos a cada etapa de nuestra vida.
- Sexo. La diferencia entre el metabolismo basal de hombres y mujeres está en la masa muscular. A más masa muscular, mayor metabolismo basal y viceversa.
- Peso. El gasto energético depende de cuánto pesamos. Por lo tanto, cada vez que perdemos peso, el cuerpo gastará menos energía y si ganamos peso, gastará más.
- Alimentación. Este es otro componente principal para mantener el metabolismo basal en los niveles adecuados, ya que es primordial mantener una dieta equilibrada y con una cantidad de calorías idónea. Si nuestra alimentación se basa en comer pocas calorías, el metabolismo basal disminuye, hecho que va relacionado con un aumento del peso.
La respuesta es que sí. Y la mejor manera de conseguirlo es haciendo ejercicio físico. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), desde su sección de salud, recomienda practicar deporte porque de esta manera "acelera el metabolismo tanto durante como después del entrenamiento".
Al hacer ejercicio, tendrás más masa muscular y, en consecuencia, como hemos comentado anteriormente, el metabolismo basal será mayor. Además, según la OCU, "un cuerpo acostumbrado al esfuerzo físico produce más calor de manera continuada, gasta más energía y la extrae ininterrumpidamente de sus reservas de grasa".
Es por esto que es importante mantenerse activo, para que la tasa metabólica basal esté en unos niveles adecuados para que nuestro cuerpo funcione perfectamente.
Si eres de aquellas personas que no practicas mucho ejercicio ni deporte, una sugerencia que te puede venir bien es caminar cada día a un buen ritmo durante media hora o una hora. Camina y aprovecha para descubrir aquellos rincones de tu pueblo o ciudad que desconoces o andar por la playa o hacer una excursión por la montaña.