DEBES CUIDARLA
Lavarse los dientes todos los días es importante, pero debes saber que la lengua también hay que lavarla y que muchas veces pasa por desapercibido, te contamos por qué debes introducir su limpieza en tu rutina de higiene bucal.
Aunque tengamos el hábito de lavarnos los dientes varias veces al día, ya sea después de desayunar, comer y cenar e incluso nos enjuagamos con colutorio y pasamos el hilo dental, olvidamos un músculo muy importante: la lengua. La lengua suele ser la gran olvidada durante la rutina de higiene bucodental, pero su higiene es imprescindible para una buena salud bucal.
La frecuencia de lavado es muy importante, ya que si tu lengua tiene un tono blanquecino, amarillento o ennegrecido significa que no estás llevando una higiene adecuada y es una señal de que algo va mal.
Por lo que debes limpiarla con la misma frecuencia que los dientes, porque acumula células muertas y bacterias que causan mal aliento. Por lo que lavar la lengua no solo ayuda a mejorar el aliento, sino que también reduce la placa y mejora el sentido del gusto
Con qué frecuencia debes lavarte la lengua
Lo más adecuado es lavar la lengua durante la rutina de higiene bucal, es decir, después de cada comida. Sin embargo, también la puedes limpiar una vez por la mañana y otra por la noche o puedes hacerlo cuando notes un regusto desagradable en la boca después de comer.
Para ello, es aconsejable emplear un raspador, sin embargo, si no tienes uno, no te preocupes porque puedes lavar la lengua con el cepillo de dientes. Es mejor usar un cepillo de cerdas blancas sin ejercer mucha presión para no dañarla, ya que tiene una piel muy sensible. Una vez que termines de lavarla debes enjuagarla y así retirar las bacterias restantes. De esta forma, una vez que tu lengua tenga un aspecto rosado estará limpia y sana.
Si introduces esta limpieza en tu rutina bucal, pronto notarás la diferencia en tu higiene, pero para ello debes seguir las indicaciones anteriores.