SOLUCIONES DOMÉSTICAS
Estos trucos harán que tu ropa se arrugue menos y que el planchado sea mucho más fácil.
Está claro que la ropa luce mucho más cuando está planchada, especialmente determinados tipos de prendas. A veces, por el simple hecho de vestir con alguna pieza más arrugada de lo normal, podemos arruinar nuestro look, o incluso que parezca que llevemos la ropa sucia.
El problema está en que el planchado es una de las tareas del hogar más odiadas por varias razones. Primero, porque no todo el mundo sabe planchar ni se le da bien. De hecho, la técnica se aprende, ya que no todas las piezas ni tejidos son iguales. Segundo, porque planchar no es tarea rápida e implica tener que dedicar bastante tiempo.
Por último, porque si no estamos bien atentos, podemos arruinar nuestra ropa por completo. Todos estos factores (y seguro que a muchos se os ocurren otros tantos), hacen que el planchado se convierta en una verdadera pesadilla doméstica. A eso, hay que sumarle el resto de demandas familiares y domésticas, que también requieren de tiempo, sin olvidar la agenda laboral y los compromisos sociales.
Así que, como el tiempo es uno de los bienes más preciados, ¿qué maneras tenemos para agilizar estas pesadas tareas como el planchado? Ahí van algunos consejos que te agilizarán esta tarea y, ya de paso, te harán el día a día más fácil.
Tips para un planchado más fácil
Cuida tu plancha. Mantener las herramientas de trabajo limpias es el mejor punto de partida para todas las tareas, también para el planchado. En el caso de la plancha, tenemos que fijarnos en que los agujeritos por donde sale el vapor no estén oxidados o que el óxido no obstruya los orificios. Así, evitaremos que el óxido se adhiere a nuestra ropa, un hecho que nos retrasaría el planchado (además de ensuciar las prendas).
Además, también procura que la placa metálica esté brillante. Una buena forma de preservar la plancha es guardarla en un estuche que la proteja.
Establece un orden. En vez de ir planchado sobre la marcha, fija un día para hacer toda la ropa de una vez. No solo es más eficiente, si no que también ahorrarás energía. Además, puedes clasificar las piezas según su tejido, así, cuando la plancha se esté calentando, puedes aprovechar para planchar la ropa que requiera de una temperatura más baja.
Elige un programa de lavado adecuado. El programa que usas para la lavadora influye en cómo queda la ropa al sacarla y, por lo tanto, en lo arrugada que puede quedar. Por ejemplo, si escoges un programa con un centrifugado corto, las prendas se arrugarán menos y no tendrás que insistir tanto con la plancha. Otro truco es no sobrecargar la lavadora, si la ropa no está muy apretada, no saldrá con tantas arrugas.
Usa bolas de secadora. Es un producto que se añade a la secadora y que sirve para suavizar los tejidos. Además reducen el tiempo de secado y eliminan la electricidad estática de las prendas. Su función es mantener los tejidos separados, de modo que evita la aparición de los pliegues y arrugas. Las puedes encontrar en el supermercado.
Utiliza suavizante. Si usas este producto en tu lavadora, verás que las arrugas disminuyen, ya que suaviza los tejidos y los deja más flexibles. Si usas suavizante verás que la ropa queda más lisa y que no te cuesta tanto plancharla.
El arte de tender. No vale con poner una pinza sobre la prenda sin mirar atrás. Antes de tender la ropa, sacúdela bien y tiende las prendas lo más extendidas posible a lo largo del hilo de tender. Coloca las pinzas en zonas poco visibles para que no se vean las marcas.
No hagas pelotas con la ropa. Cuando saques la ropa del tendedero y la pongas en la cesta, intenta dejarla medio doblada o, al menos, evita los ovillos. Así, en el momento de plancharla, estará menos arrugada.
Utiliza un doblador de ropa. Este artilugio sirve para doblar bien la ropa y es útil para cualquier tipo de prenda. Por lo general, son fáciles de usar y económicos, los puedes encontrar en Amazon. Si guardas la ropa bien doblada, no se arrugará tanto y evitarás plancharla una segunda vez.
Ayúdate de un atomizador. Se trata de una herramienta de planchado muy útil para arrugas localizadas. Es un cepillo de vapor que se pasa verticalmente por las arrugas y las hace desaparecer. También puedes ayudarte con un spray de planchado.
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