En nuestra cultura, dar la mano a un desconocido cuando te lo presentan, dar dos besos, tocar el hombro de una persona, o incluso abrazar, para ofrecerle consuelo, o tocar el brazo a un interlocutor mientras mantienes una conversación, son actos muy frecuentes.
Para muchas personas el contacto físico es una parte esencial de la experiencia humana; sin embargo, para otras, el contacto físico provoca un profundo temor conocido como hafefobia. En este artículo, te explicamos en qué consiste este miedo irracional, sus síntomas, causas y posibles tratamientos.
¿Qué es la Hafefobia?
La hafefobia es un trastorno que se caracteriza por un miedo intenso al contacto físico con otras personas. Esto puede incluir cualquier forma de contacto, como abrazos, besos, apretones de manos e incluso roces accidentales.
Cuáles son los síntomas de la Hafefobia
Las personas que padecen este trastorno suelen sentir diversos síntomas que pueden variar en intensidad de una persona a otra, aunque generalmente incluyen:
- Ansiedad intensa: Palpitaciones, sudoración excesiva, temblores y una sensación de opresión en el pecho. Todos ellos son claros efectos de experimentar una ansiedad extrema cuando se enfrentan a situaciones que implican contacto físico.
- Evitación del contacto físico: Negarse a saludar a alguien con un apretón de manos o evitar reuniones sociales en las que se espera contacto físico, como abrazos en eventos familiares. Incluso negarse a utilizar el transporte público por pánico a roces de desconocidos inesperados, son algunas reacciones que las personas que padecen hafefobia suelen tener.
- Malestar social: Problemas en las relaciones interpersonales debido a la incomprensión por mostrar una actitud distante o fría.
- Aislamiento: Sentirse más cómodo en soledad, apartado del resto de la gente y evitar las interacciones sociales que involucran contacto físico puede desencadenar en falta de bienestar emocional y reducción de su calidad de vida en general.
Causas de la Hafefobia
Las causas exactas de la hafefobia no están completamente comprendidas, pero varios factores pueden contribuir al desarrollo de este trastorno:
- Experiencias traumáticas: Un evento traumático en el pasado, como un abuso físico, un asalto o una experiencia embarazosa relacionada con el contacto físico, puede desencadenar la hafefobia.
- Factores genéticos: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a la ansiedad social y, por lo tanto, pueden ser más propensas a desarrollar hafefobia.
- Modelado de comportamiento: Si un individuo crece en un entorno donde el contacto físico se evita o se desalienta, es más probable que desarrollen un miedo al contacto físico.
Posibles Tratamientos para la Hafefobia
La hafefobia es una condición que puede tratarse con éxito. Algunos posibles enfoques de tratamiento incluyen:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC es una terapia que ayuda a las personas a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos. Puede ser eficaz para reducir la ansiedad y ayudar a las personas a enfrentar gradualmente el contacto físico.
- Terapia de exposición: Este enfoque implica exponer gradualmente a la persona al objeto de su miedo en un entorno controlado y seguro y que con el tiempo se reduzca la ansiedad asociada al contacto físico.
- Medicamentos: Los ansiolíticos son un método a los que algunos profesionales de la salud mental puede recurrir para tratar casos graves de hafefobia, pero generalmente se utilizan junto con la terapia.
- Apoyo social: Contar con el apoyo de amigos y familiares puede ser fundamental para superar la hafefobia. La comprensión y el aliento de las personas cercanas pueden hacer que el proceso de recuperación sea más efectivo.