Desescalada
Tras estar encerrados desde mediados de marzo, parece lógico proteger concienzudamente la piel de los más pequeños en sus salidas a la calle.
Marina lo cuenta así: “El primer día que los niños pudieron salir a la calle, ellos regresaron rojos como tomates y mi marido con quemaduras”. Tras días encerrados en casa lo que menos pensamos es en protegernos la piel en nuestras primeras salidas: es lógico además que se nos pueda pasar, agobiados como vamos con las mascarillas, las explicaciones a los pequeños de que no deben tocar nada, etc.
Y sin embargo, tras muchos días encerrados, muchos de ellos sin balcón o terraza, es fundamental pensar en el protector solar. “Es importante conocer el índice ultravioleta cada día. Lo podemos encontrar en las aplicaciones de tiempo de nuestro móvil o en las páginas oficiales de meteorología de España (AEMET), reflejado como un número (rango de 1-11+). Este número nos indica el grado de intensidad de los rayos UV: a mayor número, mayores efectos perjudiciales”, dice Irene Latour, Dermatóloga en Instituto Médico Ilicitano Dr. Francisco Soler.
El promedio del índice UV en Madrid en febrero de 2020 fue en torno a 3 (riesgo moderado). “El primer día que el Gobierno de España autorizó la salida de los menores a la calle durante una hora, fue el domingo 26 de abril, alcanzando un índice UV de 8 (muy alto) en Madrid y Valencia, 7 (alto) en Barcelona y 10 (muy alto) en Santa Cruz de Tenerife, entre otros. Las predicciones para las próximas semanas en nuestro país rondan los índices 6-7 (riesgo alto), por lo que es evidente la necesidad de utilizar medidas de protección solar tanto en niños como en adultos”, añade.
Dicho lo cual, ¿cómo debemos aplicar la crema solar a los niños? Lo primero, es necesario recordar que los bebés menores de 6 meses de edad no deben estar expuestos directamente al sol. En los niños mayores, debemos evitar la exposición en horas centrales del día, donde el índice UV es más alto. Si van a estar jugando al sol, se recomienda el uso de gorra y camisetas. Debemos aplicar la crema solar 20 minutos antes de la exposición al sol sin olvidar zonas como las orejas, manos y pies, así como renovarlo cada dos horas o antes si sudan mucho o están jugando con agua.
¿Cuánto debemos ponerles para ir tranquilas? “Los protectores solares están testados bajo determinadas condiciones, entre las que destaca aplicar una cantidad generosa del producto (2mg/cm2). Para medirlo de una forma más fácil, algunos de los protectores solares ya vienen con instrucciones en sus etiquetas de cómo aplicarlo, dependiendo de si es en spray o en crema. En líneas generales, para un protector en crema, utilizamos como medida la cantidad de producto que cabe a lo largo de un dedo de la mano. Aproximadamente, para la cara y cuello sería lo que cabe en un dedo, para el tronco lo que cabe en 8 dedos; para cada brazo, 2 dedos, y para cada pierna, 4 dedos”, aclara la experta.
Y por último, ¿qué factor de protección recomendaría?
“El factor de protección solar (FPS) es un número que indica el tiempo que el producto aumenta la capacidad de protección frente a quemaduras solares. Este tiempo varía dependiendo de la piel de la persona (más clara o más oscura). Otra forma de verlo es en forma de porcentajes. Un FPS 50+ protege un 97% de los rayos ultravioletas aproximadamente, mientras que un FPS 100 protege en torno a un 98’5%, solo un poco más que el factor 50; y, a partir de ahí, a medida que aumenta el factor, aumenta de manera insignificante la protección, ya que no es posible una protección del 100% de los rayos UV con las cremas”.
“Para niños y adultos, una crema con un factor de protección de 50 es una buena opción para protegernos del sol. Además, cuando elegimos un protector solar, tenemos que fijarnos que tenga cobertura tanto para rayos UV tipo B como A (UVB, UVA), debe de ponerlo en la etiqueta del producto”, finaliza.