CON MESURA
Los polialcoholes son edulcorantes de origen natural que están presentes en muchos alimentos.
Uno de los propósitos más manidos cuando empieza un nuevo año es adquirir hábitos más saludables y ponernos en forma, lo que para muchas personas es sinónimo de adelgazar. Es lo que tiene la tiranía de la imagen que se nos inculca a fuego y que impera en la sociedad actual.
Para lograrlo, reducir la cantidad de azúcar que ingerimos es siempre uno de los primeros sacrificios que hacemos en aras de perder peso. Los edulcorantes, a pesar del ruido que siempre los acompaña, se han convertido en una de las alternativas de las que solemos echar mano para consumir menos azúcar sin renunciar al sabor dulce.
Hay muchos tipos de edulcorantes, desde los naturales como el propio azúcar hasta los de origen natural –también llamados polialcoholes, azúcares de alcohol o polioles– o los sintéticos o intensivos, como el aspartamo, la sacarina o la estevia, entre otros.
¿Qué edulcorantes producen gases?
Pero mucho ojo porque, como muy bien nos ilustra en un post de Instagram la nutricionista Blanca García-Orea(@blancanutri), entre los efectos demostrados que se derivan del consumo de los polialcoholes están los gases, hinchazón, malestar e incluso diarreas. También pueden producir un efecto laxante si se consumen en grandes cantidades.
Estos edulcorantes de origen natural no se absorben de forma completa en nuestro intestino delgado y llegan al intestino grueso, donde les esperan cientos de bacterias ávidas de fermentarlos. Esta fermentación excesiva, asegura la nutricionista, es lo que provoca este malestar, gases y otros síntomas.
Entre ellos están el sorbitol, el manitol, el isomaltitol, el maltitol, el lactitol, el xilitol y el eritritol. Este último es el único que se absorbe en un 90% en el intestino delgado, por lo que en principio no producirá gases excesivos si los consumimos en cantidades razonables, apunta @blancanutri.
Así, no son recomendables para personas con enfermedad inflamatoria intestinal, como Crohn y colitis ulcerosa, así como para las que ya sufran previamente problemas gastrointestinales o síntomas como gases, diarrea, hinchazón, etc, destaca @blancanutri en su post. Por eso, consumirlos puede hacer que aumenten todos estos problemas.
¿Qué alimentos los llevan?
Muchos polialcoholes se pueden encontrar de forma natural en muchas frutas y vegetales como la manzana, el plátano, la uva, la coliflor, el apio, el aguacate o el champiñón. También están presentes en mermeladas y productos horneados, pero sobre todo están en la mayoría de productos ultraprocesados como caramelos, pasteles, helados, galletas, chicles, entre muchos otros; así como en los productos que se nos venden como light, zero y sin azúcares. Igualmente, los hallamos en la pasta de dientes, el enjuague bucal, jarabes y pastillas para la tos y la garganta.
Como ejemplo, @blancanutri cita los chocolates 0% o sin azúcar que podemos encontrar en todos los supermercados. Si nos pirra el chocolate negro y lo consumimos muy habitualmente, la nutricionista nos aconseja no elegir las versiones sin azúcar porque contienen “mucho edulcorante”.
Así aparecen los edulcorantes en el etiquetado
En el etiquetado de los productos, los aditivos alimentarios como los edulcorantes de origen natural o los intensivos se ven mencionados en los ingredientes con su nombre, seguido de la letra E y una numeración. Por ejemplo: Eritritol E968, Xilitol E967 o Sorbitol E420.
Y te preguntarás, ¿qué significa esa E? Pues quiere decir que ese edulcorante ha sido aprobado por la Comisión Europea (la E es de Europa) tras haber sido sometido a pruebas de evaluación de su seguridad.
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