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Por qué debes esperar 30 minutos para ducharte tras hacer ejercicio

Hacer ejercicio es muy beneficioso para la salud. Sin embargo, ¿sabías que debes esperar 30 minutos para ducharte después de hacer sudado?

Que el cuerpo nos pide una ducha después de haber realizado ejercicio y haber sudado, es un hecho. La piel necesita refrescarse y sentirse limpia después de una buena sesión de entrenamiento. Sin embargo, debes saber que es necesario esperar alrededor de 30 minutos después de haber hecho ejercicio para meterte en la ducha.

Debemos eliminar las toxinas que liberamos de la piel después del ejercicio. Esto se debe a que si esperamos mucho tiempo, podría irritarse la piel y provocar erupciones y acné. Pero debes hacer esto en el momento apropiado.

Cuando hacemos ejercicio, la temperatura de nuestro cuerpo se eleva. Por ello, debes asegurarte de que la temperatura haya vuelto a la normalidad antes de bañarte. Se recomienda esperar entre 20 o 30 minutos antes de entrar al agua. Además, esperar estos minutos también nos ayudará a recuperar nuestro ritmo cardíaco. Otro punto importante es saber elegir la temperatura del agua del baño. Si lo haces con agua muy fría, sudarás más. Esto sucede porque la piel se enfriará rápidamente y el cuerpo intentará calentarla. Lo ideal es ducharse primero con agua tibia y luego modificar la temperatura al gusto.

Baños de contraste

Para esos entrenamientos en los que el ejercicio ha sido intenso y sientes pesadez en tus músculos, te resultará muy útil realizar una ducha de contraste. Se trata de alternar agua fría y agua caliente durante varios segundos. El tiempo variará en función del tipo de entrenamiento que hayas realizado:

Para entrenamientos de alto volumen, donde hayas trabajado la fuerza y la resistencia, realiza una ducha de contraste alternando 30 segundos de agua fría, en la menor temperatura que aguantes, y dos minutos de agua tibia.

Para entrenamientos de alta intensidad, en los que hayas trabajado la velocidad y la potencia, alterna 30 segundos de agua fría y dos minutos de agua caliente.

El agua fría ayudará a disminuir la temperatura corporal, mejorará la circulación de la sangre, hará que el rendimiento sea mayor en próximos entrenamientos y te ayudará a recuperarte más rápidamente. El agua caliente por su parte es beneficiosa para disminuir la tensión muscular.

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