METEOROSENSIBILIDAD
Hay muchas personas que sufren molestias cuando llueve, ya sea dolor de una antigua lesión o picor en las cicatrices. ¿Eso por qué ocurre? Existen diversas teorías, pero ninguna confirmada por la ciencia. Las repasamos en este artículo.
Cuando llueve, muchas personas experimentan sensaciones de dolor en sus antiguas lesiones o picor en sus cicatrices. "Soy meteorosensible", suelen decir. ¿Pero qué significa exactamente? ¿Por qué ocurre?
Aunque no existe un consenso científico definitivo sobre las causas exactas de estos fenómenos, hay varias teorías que pueden ayudar a explicar por qué ocurren.
Cambios en la presión atmosférica
Durante la lluvia, la presión atmosférica tiende a disminuir. Esta reducción de la presión puede afectar los tejidos que rodean las antiguas lesiones, que son especialmente sensibles al haber sido alterados. Los pueden influir en la expansión o contracción de los tejidos, lo que desencadena sensaciones de dolor en las áreas afectadas.
Con las cicatrices pasa lo mismo, además, son zonas donde la piel es menos elástica, y, con los cambios, le cuesta extenderse y contraerse, provocando picazón.
Cambios en la humedad
La lluvia está asociada con un aumento en los niveles de humedad en el aire. Este aumento de humedad puede afectar la sensibilidad de las cicatrices. La humedad altera la barrera cutánea y la hidratación de la piel, lo que puede aumentar la sensibilidad de las terminaciones nerviosas en las cicatrices y provocar la sensación de picor.
Irritación de la piel
La lluvia puede contener sustancias irritantes, como polvo, polen o contaminantes ambientales. Estas sustancias pueden entrar en contacto con la piel y causar irritación en las cicatrices, lo que a su vez desencadena la respuesta de picor como una forma de defensa del cuerpo.
Cambios en la temperatura
Durante la lluvia, la temperatura ambiente suele disminuir. Los cambios bruscos de temperatura pueden afectar la circulación sanguínea en las cicatrices y provocar la sensación de dolor. Además, la sensación de frío puede aumentar la rigidez muscular y articular, lo que contribuye a la percepción de dolor en las antiguas lesiones.
Otras condiciones médicas relacionadas
Las lesiones antiguas no son las únicas afecciones que pueden verse afectadas por el clima. Existen otras condiciones médicas que también experimentan un empeoramiento del dolor durante los días lluviosos.
Numerosos estudios han encontrado una asociación entre los cambios climáticos y el aumento del dolor en personas con artritis, particularmente en relación con la humedad y la presión atmosférica. Se cree que los cambios en estas variables pueden afectar la sensibilidad de las terminaciones nerviosas y la inflamación en las articulaciones afectadas.
Por otro lado, algunas investigaciones han demostrado que los cambios climáticos, especialmente los relacionados con la lluvia, pueden desencadenar o agravar los síntomas en personas con fibromialgia.
Y por último, la migraña. Varios textos científicos han encontrado una asociación entre los cambios climáticos, incluyendo la lluvia y la presión atmosférica, y el desencadenamiento de migrañas en personas propensas a ellas. La sensibilidad de los vasos sanguíneos y los cambios en los niveles de serotonina se consideran factores que contribuyen a esta relación.
Cómo aliviar el dolor
Afortunadamente, existen estrategias que pueden ayudar a aliviar el dolor en lesiones antiguas y afecciones relacionadas durante los días lluviosos. Aquí te presentamos algunas recomendaciones recurrentes en portales webs de profesionales sanitarios: