PSICOLOGÍA DEL COLOR

¿Qué color eliges? El test de Lüscher da de lleno para revelar tu verdadera personalidad

El Test de Lüscher nos ha dado una idea de lo que puede representar cada color con respecto a nuestros sentimientos, ética de trabajo y niveles de motivación.

La psicología del color es todo un mundo por explorar. Algo así hizo Max Lüscher, un psicoterapeuta suizo conocido por crear y publicar en 1947 el Test de Lüscher. Este test es una herramienta psicológica que mide el estado psicofísico de un individuo basándose en sus preferencias de color.

Demuestra que los colores no solo se asocian con las emociones, sino que también pueden relacionarse con la idea de que los rasgos de nuestra personalidad pueden hallarse en nuestra elección de colores. De esta forma, cada color puede representar nuestros sentimientos, ética de trabajo e incluso niveles de motivación.

Los test psicológicos nacen a partir de la necesidad de conocer y analizar la personalidad de las personas con el fin de mejorar su tratamiento. El Test de Lüscher consigue evaluar de forma tan certera al individuo, que en muchas empresas se utiliza en procesos de selección laboral en conjunto con otras pruebas para elegir a los mejores candidatos. Pero, ¿Cómo funciona?

Los colores del Test de Lüscher se dividen en básicos y auxiliares

La prueba empieza mostrándonos una carta de ocho colores diferentes que tenemos que ordenar en función de nuestras prioridades, empezando por el que más nos gusta y así sucesivamente. Una vez hecho esto, tendremos listo el dibujo que nos permitirá conocernos un poco mejor.

Ahora, se volverán a colocar todas las cartas sobre la mesa y se repetirá el procedimiento. Si hemos hecho la misma colocación o casi idéntica, podría revelar nuestra inflexibilidad emocional y rígida ante la vida.

Entre los colores que se presentan, se encuentran colores primarios o básicos (azul, verde, rojo y amarillo) y auxiliares (gris, violeta, marrón y negro). Según Lüscher, el orden que hagamos de éstos puede revelar el nivel de nuestras capacidades para comunicarnos, realizar tareas profesionales o personales y resistencia ante el estrés.

Los colores básicos revelan buenas características personales, como el amarillo, que puede reflejar espontaneidad u optimismo, el verde, autoafirmación, el azul, equilibrio y armonía y el rojo, deseos de actividad.

A su vez, los auxiliares, representan otras características no tan buenas. Por tanto, si entre los cinco primeros colores de nuestro orden no aparecen los cuatro colores básicos, puede indicar algunos problemas psicológicos como negatividad ante la vida, ansiedad o agotamiento, que están más relacionados con los colores gris, marrón o negro.

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