¿Por qué cambia tanto el humor con la regla? Una psicóloga nos da la respuesta

El ciclo menstrual es un proceso fisiológico que experimentan las personas que menstrúan y que se caracteriza por distintas fases programadas cada 28 días aproximadamente (puede variar de 21 a 35 días). En cada una de estas fases se producen cambios en las hormonas sexuales femeninas de forma cíclica, como el estrógeno y la progesterona.

Estos cambios hormonales pueden influir en los sistemas de neurotransmisores que regulan el estado de ánimo. Existen mujeres con mayor sensibilidad hormonal que otras, por tanto, estos cambios no afectan a todas las mujeres de la misma forma.

El estado de ánimo según la fase menstrual

A continuación, se describen las principales características emocionales que predominan en cada fase del ciclo menstrual:

• Fase menstrual: En esta fase, el endometrio se desprende y se produce el sangrado (lo que conocemos informalmente como la regla). A nivel hormonal, disminuye la producción de estrógenos, la hormona sexual, las endorfinas y la serotonina. A nivel emocional tendemos a la reflexión y a la introspección.

  En esta etapa, se recomiendan actividades como la meditación, la relajación, el descanso, los paseos, el yoga o la lectura.

• Fase folicular: Esta fase se produce la primera semana después del sangrado. A nivel hormonal aumentan los niveles de estrógenos para que los óvulos maduren. A nivel emocional tendemos a sentirnos con más energía, más vitales, más dinámicas, más optimistas y más seguras de nosotras mismas.

  Se recomiendan actividades como el deporte intenso, empezar nuevos proyectos o realizar actividades académicas o laborales más difíciles.

• Fase ovulatoria: Se produce 11 o 12 días después del sangrado. El óvulo sale del ovario y recorre las trompas de Falopio, se trata de la etapa de mayor fertilidad. A nivel hormonal, aumenta la progesterona y los estrógenos. A nivel emocional, la sensación es de bienestar, de extroversión, de sociabilidad, de empatía y de sexualidad.

  Se recomiendan actividades al aire libre, con otras personas y distendidas.

• Fase lútea o premenstrual: Se produce 21 días después del último sangrado hasta la nueva menstruación. A nivel hormonal, aumenta la progesterona y baja la serotonina. A nivel emocional, tendemos más hacia la ansiedad, irritabilidad, cansancio, sensibilidad, vulnerabilidad y decaimiento. Suele ser la fase más incómoda y como solemos estar más sensibles nos molestan más cosas de las habituales, aun así, es importante validar nuestras emociones y darle importancia a lo que nos emociona y nos molesta, ya que lo único que nos está sucediendo es que nuestras emociones se intensifican, pero eso no quiere decir que no existieran anteriormente.

  Se recomiendan actividades relacionadas con aumentar el autocuidado y con la creatividad.

Qué es el Trastorno Disfórico Premenstrual

El trastorno disfórico premenstrual (TDPM) es un trastorno que causa síntomas de depresión graves, irritabilidad y tensión antes de la menstruación. Estos síntomas son más intensos que en el síndrome premenstrual (SPM).

Algunas de las causas que pueden influir en la aparición de este trastorno son: ansiedad, depresión, trastornos afectivos, abuso del alcohol, abuso de sustancias, problemas con la tiroides, sobrepeso o vida sedentaria.

Los síntomas más relevantes se presentan una semana antes de la menstruación y son lo siguientes:

• Desinterés en actividades cotidianas
• Fatiga
• Tristeza
• Posibles pensamientos suicidas
• Ansiedad
• Sensación de pérdida de control
• Comer en exceso
• Altibajos en el estado de ánimo
• Ataques de pánico
• Irritabilidad
• Problemas para dormir
• Problemas para concentrarse
• Dolores físicos.

Qué hacer cuando nos cambia el humor por la regla

Es importante que las personas conozcan su cuerpo y que las mujeres concretamente sean capaces de identificar la fase del ciclo menstrual en el que se encuentran para poder actuar en base a ello y sacar el máximo provecho de cada una de las características de las distintas fases. Cada fase potenciará algo importante de nosotras y es muy útil validarnos para desarrollarlo.

Por otro lado, independientemente de esto, también es fundamental aprender técnicas de regulación emocional para mantenernos lo más estables posibles y prevenir el TDPM o el SPM, así como validar nuestras emociones porque, aunque las sintamos más intensas de lo habitual, la causa de su aparición sigue siendo importante. En la misma línea, también cabe recordar que la figura del psicólogo puede ser un gran aliado ante este tipo de casos.