LAVADO PERFECTO

¿Por qué algunas camisetas huelen mal aunque las laves?

A pesar de usar productos específicos que nos garantizan un olor excelente, nuestras prendas no salen de la lavadora tal y como esperábamos. Una lavadora sucia, un armario mal ordenado o un exceso de detergente pueden ser los causantes de que tus prendas limpias huelan mal.

Te preparas para salir y vas a ponerte esa camiseta que tanto te gusta, pero te das cuenta de que huele mal y te preguntas, ¿por qué huele así si la lavé ayer? Seguro que has vivido esta situación alguna que otra vez.

Aunque la lavadora es el electrodoméstico encargado de sanear la ropa, a veces el resultado nos sorprende, porque las prendas salen de ahí como si no las hubiéramos metido. Si bien la suciedad ha desaparecido, el olor que desprende no es nada agradable. ¿A qué se debe?

Razones por las que la ropa limpia huele mal

La lavadora está sucia

Aunque visiblemente no se aprecie, en el interior de la lavadora se acumula suciedad, por lo que al lavar la ropa no se higieniza del todo. Los olores de la propia mugre se pueden impregnar en los tejidos durante el lavado, haciendo imperceptible el agradable perfume del detergente.

Igual que limpiamos y cuidamos el resto de los electrodomésticos, la lavadora no debe ser una excepción. Por ello, se recomienda limpiar su interior en profundidad al menos una vez al mes con productos adecuados, además de sanear el tambor y el cajón del detergente.

La ropa no se ha secado bien

Con las prisas podemos estar guardando la ropa limpia demasiado rápido en el armario. El problema llega cuando algunas de esas prendas aún están húmedas. Al guardarlas en un espacio cerrado con restos de agua tan solo contribuimos a que se genere moho en los tejidos, algo que ocasiona olores desagradables.

La humedad no solo puede generarnos ese dolor de cabeza. Dejarla demasiado tiempo dentro del tambor también puede provocar hedor en ellas. Además, es imprescindible dejar la puerta abierta tras cada lavado para que tanto el interior como la ropa se ventilen.

Mal uso del detergente

Quizás pones poco o quizá pones mucho. Ni los excesos ni las faltas son buenas y, si estás cometiendo alguna acción de este tipo, esa puede ser la razón por la que tu ropa no desprende un olor agradable. Según la cantidad de prendas y si están más o menos sucias, deberás agregar más o menos detergente.

Si falta producto, la ropa no se habrá limpiado del todo y mantendrá el olor. Si te excedes, no significa que tu ropa se vaya a lavar más o mejor. Al contrario, no estarás dejando actuar correctamente el producto, por lo que la eficacia será menor.

Mezcla de prendas y olores

Si tus prendas están muy sucias, lo mejor será no meterlas directamente en la lavadora. Sumérgelas en agua para quitar parcialmente la suciedad y reducir los olores. De esta forma, nos aseguraremos que durante el ciclo la lavadora tenga la capacidad de sanear correctamente las prendas.

Separa todo lo que quieres echar a lavar por tejidos, colores o nivel de suciedad para que se limpien por igual y en las mismas condiciones. ¡Y no la llenes en exceso!

Las condiciones de tu armario no son las mejores

Tu armario también puede tener un papel decisivo. Además del olor a cerrado que puede generar, es muy importante ventilar frecuentemente para que su interior respire, pierda toda mínima presencia de humedad y no actúe sobre el aroma de las prendas, pues se suele pasar horas cerrado. Aprovecha los cambios de armario para realizar limpiezas en profundidad, tanto de polvo como de ropa que ya no usas.