La prevalencia real de la alergia a medicamentos no se conoce, ya que la mayoría de las veces no se realizan pruebas posteriores, sobre todo en la edad pediátrica, porque los padres deciden no exponer nuevamente al niño con la medicación que ha supuesto un potencial peligro.
Por eso, recomendamos usar los medicamentos durante el día para valorar si experimentas síntomas inusuales o preocupantes después de tomarlo. En caso que se desencadenen reacciones, es importante ir al médico lo antes posible. Además, siempre debemos informarle sobre cualquier alergia a medicamentos previa que hayamos tenido para evitar futuras exposiciones que pudieran desencadenar una reacción alérgica.
Síntomas de una reacción alérgica a medicamentos
Las reacciones alérgicas a medicamentos pueden variar en gravedad y ser desde leves a potencialmente mortales y también en cuanto a su presentación, existiendo diferentes tipos de reacciones:
- Urticaria: Se trata de una erupción cutánea que cursa con mucho picor y su localización puede aparecer en cualquier zona del cuerpo, también conocida como "ronchas".
- Dermatitis de contacto: Se desarrolla como una erupción cutánea al entrar en contacto con ciertos medicamentos, como las cremas tópicas o parches transdérmicos.
- Angioedema: Reacción alérgica que se caracteriza por provocar hinchazón en la piel, sobre todo alrededor de la zona ocular y de la zona de los labios. Puede ser grave y en algunos casos dificultar la respiración o la deglución.
- Anafilaxia o shock anafiláctico: Se trata la reacción alérgica más grave y potencialmente mortal que puede llegar a causar dificultades respiratorias, hinchazón extrema y bajada de la tensión arterial hasta causar el llamdo shock anafiláctico. Se desencadena a los pocos minutos de entrar en contacto con el alérgeno. Los medicamentos más habituales que pueden desencadenarlo son los antibióticos, los anestésicos o los medicamentos intravenosos.
¿Me puede dar alergia de repente un medicamento que siempre he tomado?
Sí, podría desarrollarse una reacción alérgica e incluso un shock anafiláctico a un medicamento que ya se había utilizado con anterioridad y que no produjo ningún problema. Esto se debe a varios factores:
- Dosis y frecuencia de uso: En algunos casos, la reacción alérgica puede estar relacionada con la frecuencia de administración o la dosis del fármaco. Por ejemplo, si hemos usado una Amoxicilina de 500 mg cada 12 h durante 5 días y después nos mandan otra amoxicilina de 1 g cada 8 h durante 10 días, al ser una dosis más alta y el uso es más prolongado puede aumentar el riesgo de reacciones alérgicas.
- Cambios en el sistema inmunológico: A lo largo de la vida, nuestro sistema inmunológico puede ir cambiando, haciéndolo más propenso a reacciones alérgicas.
- Sensibilización previa: A veces, una persona puede haber estado expuesta al medicamento en el pasado sin desarrollar una reacción alérgica, pero en una exposición posterior, su sistema inmunológico puede sensibilizarse y desencadenar una reacción alérgica.
Tratamiento de las reacciones alérgicas
El tratamiento depende de la gravedad de la mismas, lo primero que se debe hacer siempre es retirar el medicamento o alérgeno que se cree que está causando la reacción.
Posteriormente, se usan diferentes tratamientos farmacológicos:
- Antihistamínicos: Se usan cuando se trata de una reacción alérgica leve que cursa con erupción cutánea que causa picor.
- Corticoides: Se emplean cuando la reacción alérgica cursa con inflamación más potente. Se pueden tomar por vía oral y en casos más graves inyectado.
- Adrenalina: Se utiliza cuando se produce la reacción de anafilaxia y debe administrarse de forma inmediata en forma de inyección muscular para contrarrestar la dificultad respiratoria y la bajada de la tensión arterial.